Los 70 son los nuevos 30. Cada vez hay más actividades diseñadas para las personas mayores, sin embargo, muchas no nos sentimos seguras debido a que nuestro cuerpo no responde como antes o nuestra agilidad mental no es tan rápida como nos gustaría. Para poder seguir disfrutando de la vida y que nuestro ocio se expanda más allá del dominó, cada vez existen más empresas que se dedican al cuidado de personas mayores, dispuestas a ofrecernos todas las facilidades para desarrollar nuestra vida con mayor independencia.

¿Qué hacer para romper la rutina cuando llegas a los 65?

Jubilarse y hacerse mayor no es sinónimo de dominó. Aunque nuestras capacidades motrices se vean reducidas hay un montón de planes acordes a nuestra edad. Clases para que nuestro cuerpo no pierda movilidad, tratamientos para cuidar nuestra piel o actividades para disparar la adrenalina.

Las clases de pilates o yoga son perfectas para que nuestro cuerpo no se entumezca y podamos seguir conservando la elasticidad y la fuerza. Además, estas actividades físicas contribuyen a relajarnos en nuestro día a día, siendo la combinación perfecta para trabajar el cuerpo y la mente.

No sólo los jóvenes son presumidos. A las personas mayores también nos gusta mantener nuestra apariencia siempre perfecta. Asistir a jornadas de estética es una manera de combinar diversión, formación y cuidado. En esas charlas prácticas podremos encontrar asesoramiento en el cuidado de la piel, trucos de estética o las últimas propuestas en peluquería.

Los personal shopper son las personas perfectas para asesorarnos y acompañarnos cuando tenemos que ir de compras. Además de asesorarnos sobre las últimas tendencias, pasar un rato agradable y divertido también nos ayudarán a salvar esos pequeños obstáculos en los grandes centros comerciales. De hecho, muchas empresas que se dedican al cuidado de personas mayores ofrecen también este servicio.

Existen un montón de lugares especiales por descubrir. La jubilación es una de las mejores épocas de nuestra vida para viajar. Podemos disfrutar de otras ciudades o lugares durante la temporada baja. Si no nos apetece viajar, cada vez hay mayor oferta cultural en las ciudades durante las mañanas o en esas partes del día en las que la mayor parte de la población está trabajando.

La vejez es una buena edad para colaborar con organizaciones sin ánimo de lucro de integración social. Este tipo de voluntariado nos permite sentirnos útiles en la sociedad, estar en contacto con gente que vive en nuestra comunidad y compartir nuestra sabiduría. En estos entornos acostumbra a haber gente de todas las edades y, según las estadísticas, estos espacios son donde más disfrutan las personas mayores.

Existen multitud de alternativas más allá de los centros sociales donde la única actividad es el dominó o los juegos de cartas. Las dificultades físicas o mentales no deben condicionar nuestros planes y nuestro ocio gracias a todas las facilidades que hoy en día tenemos a nuestro alcance. Además, los profesionales que acompañan a las personas mayores también nos pueden dar más información sobre otros servicios complementarios si en algún momento necesitamos más cuidados.