16 millones de españoles sufren alergia, lo que supone el 30% de la población. La mitad de ellos reaccionan al polen y la cifra no deja de crecer. En la última década se ha duplicado el porcentaje de alérgicos a las gramíneas, el olivo, el ciprés, la salsola, el plátano de sombra y la parietaria. Pero, además, cada vez pasan por la consulta más niños con problemas de este tipo, incluso menores de tres años.

Entre las causas que explican este aumento de casos, explica a ELPLURAL.COM están los efectos de la contaminación y del cambio climático. El primero altera la estructura del polen y el segundo, los ciclos de polinización de las plantas.

En las ciudades se producen más casos de alergia a pesar de que la concentración de pólenes es menor que en el campo”, confirma a ELPLURAL.COM la doctora Cristina Ortega Casanueva, responsable de la Unidad de Alergia y Neumología Infantil del Hospital Quirónsalud San José de Madrid. “La contaminación hace que la pared del grano de polen se deforme, se rompa y libere más fácilmente los alérgenos que penetran en las vías aéreas. Además, algunos de estos alérgenos son más agresivos cuanto mayor es el nivel de contaminación. Las partículas de diésel empeoran los síntomas e intensifican la respuesta alérgica”, explica.

A estos factores habría que añadir otros como la introducción cada vez más temprana de frutos secos, en el caso de las alergias alimentarias, o el exceso de higiene. Aunque no hay una evidencia científica, “se postula que un exceso de limpieza hace que alteremos nuestras propias barreras naturales”, apunta esta especialista.

Por otro lado, los continuos catarros, bronquiolitis y cuadros de hiperreactividad bronquial “también generan que las vías aéreas estén más sensibles”, apunta.

Una nueva herramienta de ayuda

Que los padres sepan cómo detectar y tratar esta enfermedad es el objetivo por el cual esta médico puso en marcha hace aproximadamente seis meses, coincidiendo con el inicio del curso escolar, un blog en el que se pueden encontrar buen número de consejos, 'Alergia en la mochila'.

El último de sus posts, como no podía ser de otra manera, está centrado en la alergia al polen, con motivo de la llegada de la primavera, y en él los progenitores tienen disponible importante información sobre la sintomatología y las medidas que pueden adoptar para combatirla.

Cuándo sospechar

La alergia en los niños cursa igual que en los adultos. “Los pequeños suelen presentar picor de nariz, moqueo, estornudos, ojos rojos y lagrimeo”, explica la doctora Ortega. En niños con hiperreactividad bronquial, puede haber, además, “tos, pitidos en el pecho o fatiga respiratoria”, añade.

En ocasiones a los padres les resulta difícil diferenciar entre un catarro y una alergia, por lo que en este sentido es importante tener en cuenta dos aspectos. “Con la alergia perduran los síntomas-con un catarro remiten en varios días y nunca hay fiebre”, destaca esta médico del Hospital San José de Madrid.

Consejos para combatirla

No se puede evitar que un niño sea alérgico, pero sí se puede adoptar una serie de medidas que contribuyen a mejorar el problema. La doctora Ortega destaca en su texto algunas como:

  • Identificar a qué planta tiene el niño alergia y en qué época poliniza.
  • Evitar esas zonas durante la época de floración.
  • Ventilar la casa durante media hora a primera hora del día y, posteriormente, cerrar las ventanas.
  • Evitar montar en bicicleta o hacer ejercicio al aire libre.
  • Llevar las ventanillas cerradas en el coche.
  • Usar gafas de sol y, en casos extremos, mascarilla.
  • Pelar y lavar las frutas y los vegetales, ya que pueden tener granos de polen pegados.

Del mismo modo, la responsable de la Unidad de Alergia y Neumología Infantil de este hospital madrileño advierte que, los humidificadores no son buena herramienta para luchar contra la alergia. “Hay que tener cuidado, dado que la combinación de humedad y calor favorece el crecimiento de hongos que luego se diseminan en el ambiente”, aclara.

Webs y Apps, nuevos grandes aliados

A día de hoy existen páginas web y aplicaciones que informan de los niveles de polen existentes en cada momento y que se han convertido en una herramienta muy práctica a la hora de abordar el problema. “Algunos de los papás 'novatos' que acuden por primera vez a consulta no tienen muy clara su utilidad, pero los que tienen mayor experiencia las emplean con frecuencia”, subraya la doctora Ortega.

“Les pido que las empleen para hacer un diario de síntomas de manera que puedan apuntar qué cantidad de pólenes hay el día en el que el niño está peor”.

Las vacunas como terapia

En lo que se refiere al tratamiento, éste se hace por medio de antihistamínicos vía oral. “En algunos casos pueden necesitarse otros fármacos como corticoides o broncodilatadores si la alergia produce asma”, especifica esta especialista.

Pero si con el tratamiento convencional no se logra un buen manejo de la enfermedad, todavía hay otra vía, la vacunación, que, además, “es individualizada, específica para cada niño”, concluye la doctora Ortega.