Este miércoles regresa a la Audiencia Nacional el empresario ‘cantor’ de la trama Púnica que hace justo una semana ya confesó, con todo lujo de detalles, haber recibido dinero en negro por organizar actos de campaña del Partido Popular en la Comunidad de Madrid.

Se trata de José Luís Huerta Valbuena, gerente de Waiter Music, la empresa que organizó las fiestas para los municipios cuyos dirigentes del PP están salpicados por la trama corrupta y que ya relató al juez García Castellón, como recogió El Plural, cómo recibió sobres con dinero en efectivo y cheques de manos de Beltrán Gutiérrez, el que fuera gerente del PP madrileño y hombre de confianza de Esperanza Aguirre. El juez de la Audiencia Nacional no dudó en comparar estas prácticas con las de la mafia siciliana.

El concierto de Aguirre

Durante su anterior declaración como testigo, Valbuena explicó que que recibió un pago de 50.000 euros en dinero negro por los conciertos del acto de cierre de la campaña electoral de 2007 de Esperanza Aguirre en el Palacio de Deportes de Madrid.

Le pidieron que buscase artistas para el acto y llevó a Azúcar Moreno e Iguana Tango. A los tres años reclamó el pago por los artistas, a lo que el propio Granados dijo que creía le habían pagado ya y le iba a llamar Gutiérrez, el cual le pagó un talón de 30.000 euros y le entregó otros 20.000 en efectivo en un sobre amarillo atado con un hilillo, es decir, totalmente en negro.

El juez de Púnica compara las prácticas de la trama con la mafia siciliana

Las fiestas de Granados

Además de estos actos, Valbuena ha reveló que organizó hasta cuatro fiestas en la finca de la madre de Francisco Granados, así como otra en un restaurante como sorpresa para el exconsejero de Aguirre con tuna incluida.

Siempre según la declaración del gerente de Waiter Music, estos actos la mujer de Granados le dijo que se los pagaría una empresa, Vancouver, y que posteriormente se enteró de que en ella participaba el constructor y amigo de Granados, David Marjaliza.