Ana Julia Quezada Cruz, la pareja del padre de Gabriel, fue detenida ayer en Vícar (Almería), cuando intentaba entrar en el garaje de su domicilio con el cadáver del niño en el maletero. La Guardia Civil sospechaba de ella desde hacía días, en concreto, desde que encontró una camiseta del chiquillo en una zona que ya había sido peinada. La prenda, además, se encontraba en perfecto estado después de varios días de lluvia intensa en la zona.

Tal era la vigilancia a la que estaba sometida, que la Guardia Civil llegó a grabar el momento en que Ana Julia sacó el cuerpo de un pozo en una finca propiedad de la familia de su pareja, el padre de Gabriel. La mujer se despidió a primera hora de la mañana del hombre y se dirigió a una finca de la Puebla de Vícar, de 5.000 habitantes, con varios agentes de la UCO siguiéndole los pasos.

Pocos días antes, un reportero de los muchos que no se han despegado de la familia en estos días, le comentaba a la pareja que había especulaciones sobre el hecho de que ellos, entre tanta gente, encontrasen la camiseta. Y les preguntó acerca de la investigación de la Guardia Civil en las propiedades de la familia. Ana Julia le contestó al periodista que los investigadores no les habían dicho nada y que era la primera noticia que tenían. Quizás fuera eso lo que le puso en alerta y provocó que intentara cambiar el cuerpo de escondite porque ya no consideraba el lugar seguro.

Agentes de paisano le siguen de cerca hasta que está a punto de entrar en el garaje de su casa. Esperan poder resolver con el seguimiento si la mujer había actuado en solitario, algo que ahora piensa la Guardia Civil, pero de lo que tenía serias dudas en ese momento. El instante de la detención es captado en plena calle  y grabado por un vecino. El cuerpo está en el maletero, tapado con una manta y Ana Julia intenta en un último momento defender que le han tendido una trampa y que ha pasado la mañana en la playa.

La principal sospechosa llegó a Almería por primera vez hace cinco años, con su pareja de entonces. Juntos pasaron un verano en esta región cercana al Cabo de Gata y se enamoraron de la zona, a la que volvían verano tras verano. Hasta el día, hace tres años, en que decidieron instalarse en la zona y montar un bar. Poco después, la relación se rompió y Ana Julia empezó la actual con el padre de Gabriel.

Sin embargo, la relación entre ella y el niño nunca fue buena. "Ojalá no vuelva más. Espero que se quede allí", dijo Gabriel la última vez que Ana Julia viajó a su país natal, según cuentan ahora personas cercanas a la familia. La sospechosa tampoco veía con buenos ojos la relación cordial que los padres del niño mantenían, llamándose todos los días y coordinándose para educar a Gabriel bajo idénticos parámetros.

Tras su detención, se difundió un bulo que la relacionaba con la desaparición de una menor en Murcia. Lo que sí es cierto es que la Policía Nacional ha reabierto la investigación de la muerte de la hija de Ana Julia, de cuatro años, en Burgos en 1996al caer desde una ventana de la vivienda en la que residían a un patio interior, un caso que se cerró como una muerte accidental.

Ana Julia Quezada llegó en 1995 a Burgos procedente de su país natal, la República Dominicana, y se instaló en un piso con esta hija fruto de una relación anterior con un hombre de su país. Un año después, la niña falleció en lo que fue considerada una muerte accidental, según han informado a Efe fuentes de la investigación, quienes han añadido que fue la pareja en ese momento de Ana Julia -que no era el padre de la niña- quien encontró su cuerpo.