La autopsia realizada al pequeño Gabriel ah revelado que murió estrangulado y el mismo día de su desaparición, el pasado 27 de febrero, según han informado a los medios fuentes de la investigación citada por El País.

Además, se ha explicado que, cuando fue hallado el cuerpo del menor de ocho años en el maletero de la única detenida y acusada, Ana Julia Quezada, actual pareja del padre de Gabriel, éste tenía restos de tierra, supuestamente del pozo donde mantuvo escondido el cuerpo.

La principal hipótesis con la que trabajan los investigadores del caso es que la principal sospechosa de la muerte del pequeño actuó sola, según han informado a la Agencia EFE fuentes de la investigación, precisando que, de todos modos, todas las hipótesis permanecen abiertas, incluido el móvil que pudo llevar a Quezada a acabar con la vida de Gabriel.

La declaración de la mujer será clave para reconstruir la secuencia de los hechos, que comenzaron el 27 de febrero cuando, al parecer, el niño salió de la casa de la abuela paterna para ir a jugar con sus primos. Precisamente, en la casa solo estaban la abuela y Quezada.

Fue Quezada la que encontró una camiseta del niño días después de la desaparición, prácticamente seca -cuando había llovido sin parar durante varias jornadas-, encima de un arbusto y en una zona que ya había sido rastreada.

Un hallazgo que centró un poco más las sospechas de los agentes, que ayer detuvieron en Vícar (Almería) a esta mujer cuando trasladaba el cuerpo sin vida de Gabriel en el maletero de su coche.