El caso de la atleta americana Lauren Wasserm que sufrió el Síndrome del Shock Tóxico (TSS) derivado del uso de un tampón higiénico, ha despertado en algunas mujeres cierto temor y recelo con respecto a este tipo de artículos pensados para absorber el flujo menstrual. Sobre todo, después de que se diese a conocer que la joven perdió por esta causa la pierna derecha en 2012 y a finales de 2017, la izquierda.

Sin embargo, es muy importante tener en cuenta que se trata de “un cuadro extremadamente infrecuente”, subraya el doctor Daniel Abehsera, coordinador de la Unidad de Diagnóstico Prenatal del Hospital Quirónsalud de Málaga“Lo habitual es que la mayoría de los ginecólogos no veamos nunca uno”, apunta.

El Síndrome del Shock Tóxico está causado por unas toxinas producidas por la bacteria Straphylococcus aureus y Streptococcus del grupo A y “no solo se produce en el contexto de una situación mediada por un tampón, sino que puede aparecer por otras razones”, destaca este especialista.

“Durante unos años, en torno a la década de los 70, sí se relacionó el TSS con tampones especialmente absorbentes, pero a día de hoy es un cuadro muy infrecuente”, puntualiza.

Del mismo modo, “es bastante complicado que ocurra”, sostiene el doctor Abehesera, dado que “la paciente tiene que tener una colonización en su vagina de un determinado germen, y éste a su vez tiene que producir una toxina”. “La mujer, además, ha de tener una susceptibilidad especial a este germen, porque es un germen común”, explica.

Es importante dejar claro que “los tampones no provocan el Síndrome del Shock Tóxicosino que pueden aumentar las probabilidades de sufrirlo”, insiste.

Raro y grave

El SST es tan raro como grave. “Requier un manejo de UCI”, apunta este ginecólogo, ya que además de producirse una septicemia (infección generalizada de todo el organismo), “los tejidos empiezan a necrosarse en múltiples sitios”.

El índice de mortalidad oscila entre un 3 y un 22 por ciento de todos los casos, pero con el manejo adecuado hay muchas posibilidades de sobrevivir.

Síntomas múltiples

Por norma general, la mujer afectada no acude al hospital por un cuadro ginecológico. Los primeros síntomas, que se suelen presentar de forma abrupta, incluyen fiebre, dolor abdominal vómitos o diarrea. A continuación suele aparecer una erupción cutánea. “Que estamos ante un cuadro grave lo indican los parámetros clásicos de una septicemia: hipotensión, afectación del estado general y de la analítica”, asevera el doctor Abehsera.

Aunque algunas publicaciones que circulan por la red relacionan también el STT con el uso de cualquier producto que se inserte en la vagina, este médico explica que no hay constancia de que esto sea así.

Cómo reducir el riesgo

Lo más importante a la hora de prevenir el Sindrome del Shock Tóxico es “que la mujer use un tipo de tampón que se adapte a la necesidad de abosorción que tenga en función del volumen del flujo menstrual”, advierte este ginecólogo del Hospital Quirónsalud de Málaga. “Si no tiene mucho flujo, no necesita demasiada asorción”, recalca.

Sobre el resto de recomendaciones que muchas veces se dan como alternarlo con el uso de compresas o no utilzarlos por la noche, este especialista puntualiza que “no hay una base científica que justifique restringirlos, siempre y cuando se haga un uso razonable de los mismos”.

Y concluye: “Los tampones son absolutamente seguros y no hay ningún motivo para contraindicarlos ni ningún perfil de paciente en el que podamos decir que es mejor que no los use”.