“Todos estamos de acuerdo”, así se dirigió Inés Arrimadas, en el programa El objetivo de La Sexta, a una mesa de debate sobre la huelga de mujeres convocada para el próximo 8 de marzo por el Movimiento Feminista. Dicha mesa, estaba integrada única y exclusivamente por representantes femeninas de diversos grupos políticos. No hace falta comentar mucho más, lo de “portavoza” debe escocer mucho todavía.

Su actitud, fría y ajena durante todo el programa, me hacía sospechar que su intervención en dicha mesa, era más por obligación que por convicción. Fue Manuela Carmena quien caló muy acertadamente el único motivo de la presencia de la joven representante de C’s en esa mesa, hablar del programa de su partido disfrazado, para la ocasión, de proyecto feminista. Siento decirle, que no nos engaña.

Arrimadas afirmaba que no se une a la huelga porque sus reivindicaciones son anticapitalistas. Le recuerdo que el capitalismo se ha servido de la opresión de las mujeres para su expansión. Era necesario que realizáramos el trabajo gratuito para que los hombres tuvieran tiempo para servir a sus empresas. Porque en el mundo laboral capitalista se aprecia más el tiempo que el talento.

Pero su problema no es que la huelga sea anticapitalista, su problema es que usted no tiene ideología feminista, ni cree en el feminismo como un movimiento político y social que lucha contra el patriarcado y todo lo que supone. Ni cree que el verdadero cambio debe empezar por hacer políticas desde la igualdad.

De las mujeres sentadas en la mesa de debate, tan sólo usted y la ministra Dolors Montserrat expresaron su intención de no unirse a la huelga aduciendo que ambas, seguirán trabajando, ese día, por la igualdad.

La señora ministra defendió las propuestas y acciones de su partido, a pesar de haber dejado en un cajón el Pacto Contra La Violencia De Género, a la espera de aprobar los Presupuestos. Nos habló de barreras obviando que la primera barrera que debemos de tirar para iniciar el cambio, es su política y gestión de la Igualdad en España, absolutamente secuestrada en un “standby” que nos va a llevar a un retroceso y pérdida de derechos preocupante.

 Su problema no es que la huelga sea anticapitalista, su problema es que usted no tiene ideología feminista

Pero volvamos a la intervención de Arrimadas. Repitió varias veces las propuestas de su partido, reducidas a dos. Ninguna dirigida directamente a las mujeres:

Aumentar el permiso de paternidad -como muy bien expresó Colau: ¿quién cuidará del bebé cuando se acabe dicho permiso?- y la aprobación de una ayuda de 1.000 euros al año para gastos de guardería. No se esfuerce, ninguna va a solucionar los graves problemas de conciliación de la vida familiar y laboral, porque las tareas de cuidados no solo abarcan la maternidad, sino también la dependencia de familiares con discapacidad o enfermedades degenerativas que afectan a nuestros mayores.

Lo que las mujeres necesitamos, señora Arrimadas es:

En primer lugar, que ser mujer no sea un handicap para que las empresas nos contraten sin excusas.

En segundo lugar, que no se nos acose cuando informemos de nuestro embarazo en el trabajo y que estemos debidamente protegidas para evitar que se nos despida o seamos objeto de una persecución “sutil” que nos produzca situaciones de estrés. Esto ocurre hoy en día. Es tan insistente, esta persecución, que nos obliga a renunciar a derechos muy peleados, como reclamar las vacaciones o reagrupar las horas de lactancia para poder alargar nuestro permiso maternal, y así evitar represalias.

En tercer lugar, nuestro trabajo tenga el mismo valor que el de nuestros compañeros.

Otras propuestas podrían ser: desbloquear la ley de prestación por hijo a cargo, restaurar la ley de dependencia, hacer campañas de concienciación sobre corresponsabilidad efectiva, incluso “premiar” a las empresas que apuesten por la igualdad real entre sus trabajadoras y trabajadores.

Podemos empezar por ahí, ¿no le parece?

A partir de ahí, trabajar para cambiar todas las barreras que impiden a las mujeres realizar su profesión (y/formación) sin renunciar a disfrutar de su familia. Es decir, realizar políticas con perspectiva de género llevadas a cabo por expertas.

No obstante, su partido sí trabaja para que se legalicen en España dos actividades que generan explotación de las capacidades reproductivas y sexuales de las mujeres y que generan un suculento negocio: los vientres de alquiler y la prostitución.

Sea honesta y admítalo, usted no se une a la huelga porque su proyecto y su ideología no tienen objetivos feministas, sino capitalistas. Porque el feminismo no aumenta el PIB ni es un negocio explotable a medio plazo. Y son esos proyectos que aumentan el capital, lo que a usted y su partido les interesa.

Por último, me quedo con las declaraciones de Uxue Barkos:

“La maternidad no es el problema, el problema son los roles que se nos asignan desde que nacemos”.

*Inma Guillén es cofundadora de la Plataforma animalista Cassola sense corada. Ha sido coordinadora del Área de feminismo de EUPV en la comarca de la Vall d'Albaida, e integrante del Area de feminismo de EUPV.

Este artículo es una colaboración de Tribuna Feminista