* Artículo de Teresa C. Ulloa Ziáurriz

 Uno de los baluartes de la legalización de la prostitución se derrumba. Qué va a suceder en los países del sur global que han seguido o pretenden seguir su ejemplo, como Uruguay o Brasil y Colombia, respectivamente. La mayoría de los burdeles/aparadores de Amsterdam, en los que se exhibe a las mujeres como maniquíes inertes, para el entretenimiento de los turistas sexuales, está cerrando. La mayoría de las calles de las zonas de prostitución legal, a lo largo y ancho de los Países Bajos ha cerrado y pronto cesarán operaciones. Un número de políticos y los agentes de la ley ahora están aceptando que la legalización de la prostitución ha sido un inmenso desastre sin paliativos.

Actualmente se está considerando una propuesta de ley en el Senado Holandés, que, si se aprueba, resultará en la sanción a la demanda de sexo de paga con una mujer víctima de trata, explotada por un proxeneta, engañada o coaccionada.

Este drástico cambio de postura de Holanda es el resultado de un vibrante movimiento abolicionista del sexo de pago que ha surgido en Holanda.

Holanda legalizó su industria del sexo en el año 2000, casi simultáneamente que Alemania. El Gobierno prometió que esta medida traería como resultado seguridad para las mujeres y la erradicación de la trata de mujeres y niñas. Afirmó que todas las personas estarían a salvo, y que todo sería seguro y limpio. Sucedió completamente lo opuesto. El turismo sexual es ahora una industria importante, con hombres británicos siendo un grupo de europeos que visitan esa ciudad para pagar por sexo. Una serie de apostadores entrevistados, dijeron que no habrían soñado con usar prostitutas en casa, pero sintieron que, al estar en Holanda, con la prostitución legalizada, sintieron que tenían permiso para hacerlo.

Por otro lado, un país que se había acogido al Modelo Nórdico, Canadá, hoy se debate entre la descriminalización total de la industria del sexo y mantener el Modelo Nórdico. Lo que representa el vaivén del patriarcado con el afán de seguir controlando la vida y la sexualidad de las mujeres.

La descriminalización total de la industria del sexo impactará negativamente a las mujeres y niñas indígenas, aseguró la experta académica Cherry Smiley cuando rindió su testimonio frente a la Corte de London, Ontario, donde se discute la constitucionalidad de la Ley de Canadá sobre prostitución, después de que otra Corte de London, Ontario, desestimó los cargos contra los dueños de una agencia de escorts, bajo el argumento de que la ley C-36 o Modelo Nórdico, confundía prostitución y trata.

La Doctora Smiley sostuvo que las mujeres indígenas están sobre representadas en la industria del sexo y que no existe evidencia de que la prostitución existiera antes de la colonización. La Doctora Smiley es una académica indígena que estudia el impacto de la prostitución en las vidas de las mujeres y las niñas indígenas.

Y dijo: “La ideología predominante en los compradores de sexo de paga es que ellos pueden comprar a una mujer y usarla como se les ocurra y lo deseen”

Smiley subrayó durante su testimonio, que existe una clara jerarquía en el comercio sexual y las mujeres indígenas son las más desempoderadas, ya que son vistas como menos deseables y no pueden aspirar a cobrar por el mismo acto sexual, como las mujeres blancas.

Además, dijo que hay estereotipos sobre las mujeres indígenas como que son sobre-sexualizadas, por lo que la descriminalización de la industria del sexo y categorizar la prostitución como “trabajo” reforzarían esos estereotipos, porque se entendería que ellas eligen libremente “el trabajo sexual” en la industria del sexo.

La prostitución se construye en los fundamentos de la desigualdad y la discriminación y retroceder hacia la descriminalización total de la industria del sexo legalizaría la desigualdad.

Además, Smiley caracterizó a los racistas hombres blancos quienes ven la prostitución como “trabajo sexual”, y a quienes no les importa si las mujeres indígenas mueren.

Por otro lado, también es cierto que existen mujeres y trans que cabildea a favor de trabajo sexual, que son en su mayoría mujeres, pero también hombres” y la mayoría de compradores de sexo de paga está formada también por hombres y tienen un gran interés en defender la prostitución como trabajo.

Smiley explicó que las estadísticas” de las que ella habla “tienen caras y nombres”. “Conforme hablo, pienso en los miembros de las familias y amigos”. Dijo que rechaza la idea de que la descriminalización de la prostitución, que permitiría a las mujeres que “trabajen” para agencias de escorts, por ejemplo, sería una forma de reducción del daño, porque en su enfoque el acto preciso de la prostitución es tan doloroso que el daño no puede reducirse.

Aquí, el fondo de la discusión es si las mujeres pueden decidir ser reducidas a objetos que se compran, que se venden, que se alquilan y si este acto es constitucional o no y que el castigo a la demanda la reduce, lo que ya fue comprobado en los países nórdicos.

Esto no es una cuestión de consentimiento o libertad, ya que la libertad individual está limitada por la libertad de las demás y la prostitución como institución patriarcal perpetúa estereotipos de género que reducen a las mujeres y niñas a objetos para el placer sexual de los hombres.

Teresa C. Ulloa Ziáurriz es directora de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, A.C. (CATWLAC por sus siglas en inglés)