"Estoy muy triste, mirad a mi sobrino". Así comenzaba el vídeo grabado por Lewis Hamilton y colgado en su cuenta de Instagram. A continuación la cámara captaba a un niño con un vestido de hada o algo similar y una varita mágica en la mano. El piloto le preguntaba al pequeño porqué había pedido ese regalo en Navidad, a lo que éste respondía: ¡Porque es bonito". El campeón del mundo de Fórmula 1 sentenciaba entonces: "Los niños no se ponen vestidos de princesa". 

Hamilton, que cuenta con más de cinco millones de seguidores, no tardó en recibir un aluvión de críticas, lo que llevó al piloto no solo ha eliminar el vídeo, sino también a pedir disculpas a través de su cuenta de Twitter. Los internautas le acusaron de "intolerante" y hay quien, incluso, pidió que le retiren su membresía de la Orden del Imperio Británico. 

El deportista, por su parte, aseguró que "estaba jugando con mi sobrino y me di cuenta de que mis palabras eran inapropiadas, por eso borré la publicación. No quería hacer daño ni ofender a nadie, me encanta que él sea capaz de ser tan libre de expresarse a sí mismo como lo deberíamos de ser todos. Mis más sinceras disculpas por mi comportamiento porque me he dado cuenta de que es inaceptable que nadie, no importa de dónde venga, marginalice o estereotipe a nadie. Siempre he apoyado a cualquiera que viva su vida como quiere y espero poder ser perdonado por este lapsus en mi juicio".

Sin embargo, la polémica que se ha destado ha sido tal, que Lewis Hamilton ha terminado por vaciar por completo su cuenta de Instagram.