Este viernes entran en funcionamiento los nuevos criterios que ha establecido el Ministerio de Educación para poder ser profesor titular o catedrático universitario. A partir de ahora, de manera casi general, los aspirantes deberán cumplir unos requisitos más exigentes que hasta ahora.

La Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), órgano dependiente de Educación y que se encarga de la evaluación tanto del personal docente como de los programas de enseñanza universitarios publicó ya hace unos días estos cambios, así como el nuevo sistema de puntuación para medir los méritos en docencia e investigación, que pasa de una escala numérica a letras de la A a la E, donde la A es la más alta, y siendo necesaria una calificación mínima de B.

Además, las cinco comisiones por ramas de conocimiento que había hasta ahora para evaluar a los candidatos se pasan a 21 por áreas.

En cuanto a las publicaciones necesarias, también aumenta el número requerido de ellas. En el caso de una plaza de catedrático, se pide más trabajo para acreditar la investigación en 18 de las 21 áreas y las publicaciones en revistas reconocidas internacionalmente requeridas en la rama de Ciencias podrían llegar a 50, en el caso de Física o Química. En el caso de Ciencias Sociales, también han aumentado en muchos casos como Derechos, donde ahora se deben presentar cuatro monografías, 15 capítulos de libro y 15 artículos, cuando antes sólo eran necesarios 16 artículos.

Vía alternativa

Ante un panorama mucho más duro, se abre una, por así llamarlo, vía alternativa, para conseguir ser profesor o catedrático universitario. El resumen es que si los candidatos pueden acreditar un 75% de los requisitos podrá terminar de cumplirlos con “contribuciones de otras categorías” como asistencia a congresos o participación en proyectos.

De esta manera, los nuevos criterios puestos por la ANECA suponen el fin de la paralización del sistema, activa desde el pasado 1 de enero de 2016 cuando se exigió una simplificación de la norma y por lo que quedaron pendientes cientos de peticiones que ahora podrán decidir si ser evaluadas por el formato anterior o por el nuevo, según ha recogido el diario El País.