Somos conscientes de que, a primera vista, todos los huevos pueden parecer iguales ante el ojo inexperto. Esto da lugar a que cuando se va a comprar sean muchos los consumidores que, simplemente, se quedan con los precios sin ir un paso más allá y ver qué hay detrás de lo que compran. A no ser que se compren los huevos en una empresa especializada en el sector y que se sepa, al 100%, que ofrecen huevos ecológicos con todas las garantías (como es el caso de Avícola Redondo) sólo queda una manera de poder diferenciar unos de otros y es a través de su etiquetado. Sí, sí... Hay que fijarse un poco con detalle pero esos números impresos en la cáscara de los huevos no están ahí porque sí, pero ¿qué significan?

  • Cuando el primer dígito es el número 3. Se podría decir que es la forma de identificar a las gallinas que son criadas en jaulas, sin que puedan moverse en libertad y estando sometidas a mucho estrés. Su producción es muy elevada y es por este motivo por el que es de las más utilizadas.

  • Cuando el primer dígito es el número 2. Aunque estas gallinas no están en una jaula como tal, sí que están encerradas en una nave o similar, sin llegar a ver nunca el mundo exterior. Además, suelen estar bastante agolpadas por metro cuadrado.

  • Cuando el primer dígito es el número 1. En este caso, podemos hablar de algo similar al punto anterior pero con una gran salvedad. Aquí las gallinas sí que cuentan con un espacio exterior (corral) al que poder salir y, además, la densidad de gallinas es menor. Son las denominadas gallinas camperas.

  • Cuando el primer dígito es el número 0. Éste es el que identifica que nos encontramos ante huevos 100% biológicos. Las condiciones de vida e instalaciones son similares a las de las gallinas camperas pero estas últimas, además, son sólo alimentadas con piensos ecológicos.

¿Es mejor un huevo ecológico que uno que no lo es?

Hasta el momento no ha quedado demostrado científicamente, de acuerdo a los expertos del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), que los huevos ecológicos sean mejores en el aspecto organoléptico o nutricional. Pese a esto, no parece extraño el presuponer que cuanto más a gusto esté la gallina, en mejores condiciones podrá poner sus huevos y estos mismos contarán, cuanto menos, con un aspecto y sabor distintos.

Desde Avícola Redondo su compromiso es claro: quieren llevar los huevos de mejor calidad a la mesa de todos sus clientes. Al final, se trata de una elección del propio consumidor porque cada uno de los actos tienen consecuencias y desencadenantes. Por ejemplo, el que no se tengan que emplear piensos industriales lleva, a su vez, el tener que contar con empresas que los produzcan, que éstas empleen productos químicos y que contaminen el planeta con esta acción.

Si se piensa por un momento en todo el trabajo y mimo que hay en conseguir un huevo ecológico se verá que la diferencia de precio entre uno que lo es y otro que no, en realidad, no es tanta y los beneficios son muchos. Para empezar, lógicamente, para las mismas gallinas.