El delantero del Zbrojovka Brno checo Francis Koné, nacido en Togo, recibió este lunes el premio de la FIFA al juego limpio (Fair Play) por haber salvado la vida de hasta cuatro futbolistas en los últimos ocho años.

El jugador africano evitó que un portero rival se asfixiara durante un partido el pasado febrero auxiliándole después de que el guardameta se tragara la lengua tras un choque.

Koné, quien no pudo estar presente en la gala de Londres, supone un verdadero y gran ejemplo de los valores de convivencia y solidaridad del deporte.