La ciudad de Oviedo se engalana un año más para entregar los Premios Princesa de Asturias este viernes por la noche. La ceremonia que se celebrará en el teatro Campoamor seguirá el esquema tradicional para entregar las distinciones a los galardonados de esta edición en sus ocho categorías.

Al acto, presidido por don Felipe de Borbón y su esposa, doña Letizia Ortiz, junto al jefe del Ejecutivo asturiano, Javier Fernández, asistirá desde el palco de honor la reina doña Sofía y será seguido por los 1.600 espectadores que tiene como aforo el teatro.

Los premiados

Tras la interpretación del himno nacional se anunciará la entrada de los premiados antes de que tomen la palabra el presidente de la Fundación Príncipe, Matías Rodríguez Inciarte. Tras él, será el turno del primero de los galardonados, el escritor Adam Zagajewski, premio de las Letras.

 El poeta polaco y candidato al Nobel desde 2007, ha sido galardonado por crear una de las experiencias poéticas más emocionantes de la Europa heredera de Rainer Maria Rilke y Antonio Machado, ha considerado "un sueño hecho realidad" la incorporación de Polonia o Hungría a la actual Unión Europea pese a la derivada autoritaria iniciada por los gobiernos de ambos países.

Después tomará la palabra Marcos Mundstock, uno de los integrantes de Les Luthiers, premio de Comunicación y Humanidades. Los seis miembros del grupo humorístico y musical estarán presentes en Oviedo justo en el 50 aniversario de su formación.

El grupo argentino ha sido premiado por “su original tratamiento del lenguaje, de los instrumentos musicales y de la acción escénica" que atrae a cientos de miles de espectadores de todas las generaciones y por haberse convertido "en un espejo crítico y en un referente de libertad en la sociedad contemporánea”.

El sudafricano William Kentridge es el galardonado con el premio de las Artes por ser uno de los artistas más completos e innovadores del panorama internacional y por su profundo compromiso con la realidad. Kentridge ha asegurado que, con su trabajo, intenta comprender el mundo en el seno de una sociedad que, igual que los individuos, se construye también a partir de la creación de libros, películas o cuadros.

El premio de Ciencias Sociales es para la pensadora británica Karen Armstrong. Esta mujer de 73 años, que entre los 17 y los 24 vistió los hábitos de monja, se ha manifestado siempre en contra de los guetos nacionalistas, religiosos y culturales y, tal y como reflejó en su acta el jurado que falló este galardón, ha destacado por su "difusión de un mensaje ético de compasión, paz y solidaridad".

Miembros de la selección de rugby de Nueva Zelanda en Oviedo - EFE

Uno de los premios más llamativos este año ha sido e de Deportes para la selección masculina de rugby de Nueva Zelanda, All Blacks, que reciben el premio por sus “extraordinarios éxitos deportivos” y por sus “grandes valores como la solidaridad y la deportividad”.

Los físicos estadounidenses Rainer Weiss, Kip S. Thorne y Barry C. Barish y la Colaboración Científica LIGO se han llevado este año el premio de Investigación Científica y Técnica por sus aportaciones a la detección directa de las ondas gravitacionales, en las que se basa la nueva astronomía, trabajos que hace apenas dos semanas les hizo también merecedores del Premio Nobel.

También tomará la palabra el presidente de la Hispanic Society of America, Philippe de Montebello, galardonada con el premio Cooperación Internacional, la entidad cultural fundada en 1904 en Nueva York, que alberga la mayor colección de arte hispano fuera de España.

Por último, la Unión Europea ha sido galardonada con el premio a la Concordia por cumplirse 60 años de la firma del Tratado de Roma y por su contribución al “más largo periodo de paz de la Europa moderna”, y por difundir “valores como la libertad, los derechos humanos, y la solidaridad”: valores que “proyectan esperanza hacia el futuro, en tiempos de incertidumbre”.

Ausencia y llegada

Esta edición de los premios contará, un año más, con la ausencia de la princesa Leonor, cuyo título de actualmente nombre a los premios y que el próximo 31 de octubre cumplirá 12 años. Su padre, el rey Felipe VI, acudió por primera vez a la entrega de premios con 13 años, cuando pronunció su primer discurso.

Aquel 1981 fue también cuando un presidente del Gobierno, por entonces Leopoldo Calvo Sotelo, acudió a la entrega de los galardones. 36 años después, Mariano Rajoy ha decido asistir a Oviedo para acompañar a los presidentes de las tres instituciones principales de la Unión Europea, el Consejo, la Comisión y el Parlamento, que acuden a recoger el premio a la Concordia.