En medio del proceso que se vive en España, con un reafirmamiento patriótico que algunos confunden con la nostalgia de tiempos pasados de dictadura que recubren de contradicciones acerca de los catalanes, al estilo del sí pero no de Puigdemont, una marca de ropa adquiere tintes españolistas y con unos valores propios... de aquellos tiempos de aves y naftalina.

La excusa es el golf y entre sus principales clientes se encuentra algún que otro miembro díscolo de la familia real.

De la marca destacan sus "principios". Porque sí, tiene principios, tal y como señala su precursor, Gonzalo Alba, en su web. “No todos merecen vestirla”, señala, añadiendo que quien la lleve “debe saber que lleva una marca con principios y valores”. ¿Y cuáles son esos principios? Los resume en tres muy claros y evidentes: “Amor a España, conciencia social y una línea de pensamiento conservadora”. A esto suma una alusión a la llamada nueva política y, en concreto, a Podemos al decir que esa ideología que la marca en cuestión defiende es “totalmente opuesta al populismo cínico de hoy en día”.

No obstante, quizás lo más llamativo de las intenciones que lleva por bandera es que defiende “a ultranza” la vida “ante el mayor genocidio de la historia: el aborto”. Y olé, que le faltaría a su fundador.

Imputado por presuntos delitos

Sin duda alguna, una inmersión ideológica de este calibre responde más a una declaración de intenciones de un partido político ultra que a una marca de ropa, algo que además choca con el pasado de su creador, Gonzalo Alba, que en su momento estuvo imputado por la comisión de presuntos delitos de malversación de caudales públicos, falsificación y tráfico de influencia por el caso FIVA.

Al margen de otras consideraciones, desde hace un año persigue un hueco en el mundo de la moda, para lo cual cuenta, nada más y nada menos, entre sus clientes más renombrados con Felipe Juan Froilán de Todos los Santos, conocido por su méritos taurinos y festivos -hasta el milagroso despegue académico del último año-.

No es extraño ver a Froilán con ropa de esta marca cuyo fundador define como “Española, Católica y Conservadora”. Desconocemos cómo va el negocio. Este sábado en LOC dice que, además del sobrino del Rey, otros personajes famosos como José Manuel Soto o Bustamante también se visten con sus polos y camisas.

"Ni como otros Marx peores que Groucho"

“Al que no le gusten mis principios, lo siento, pero no soy como Groucho (ni como otros Marx peores que Groucho) y no tengo otros”, indica en el único post publicado en su blog en julio de 2016. No sabemos si los que usan su ropa “con principios” los comparten porque, incluso, Gonzalo Alba se crece en su españolismo y, en referencia a quienes no compartan esos valores patrios, les dice que “no se preocupen, que para ellos siempre quedará la lagartija o el caballito de polo, si quieren aparentar algo”.

Por cierto. Tras la defensa a ultranza de lo español y de unos valores que podrían llevarla a luchar por ser la 'más española del mundo mundial', resulta que la marca abandona la lengua de Cervantes para apostar por la anglosajona de Shakespeare. ¡Ay, los principios! Como nosotros los mantenemos en torno al progresismo, no cabe mencionar el nombre comercial porque para eso ya cuenta con 'gente importante'.