Los viajeros modernos suelen pensar en aviones y camiones cuando están planificando un viaje, ya que, si el destino es en otro continente o en un país muy lejano el avión es la opción obvia, y una vez llegando al destino se usan camiones para viajar a los distintos destinos turísticos. Pero en algunas partes del mundo, como Europa, Japón y Norteamérica, los trenes siguen siendo una alternativa muy popular para transportarse entre ciudades.

Es cierto que los viajes en avión son mucho más cortos y que los viajes en automóvil son mucho más flexibles al permitir conducir por cualquier destino que tenga un camino, pero los trenes compensan al dar más espacio para desplazarse. Además, viajar en tren es mucho más cómodo que el avión, sobre todo para las personas que no sienten deseos de viajar a 10 mil pies de altura. Si el viaje tiene una distancia entre 100 y 800 kilómetros, el tren es la opción más rápida y segura.

Detalles a tener en cuenta

Es posible ahorrar algo de dinero en la compra de los billetes de tren, pero también es importante tener en cuenta que en algunos países viajar en tren es algo costoso. El precio es mayor en los trenes de alta velocidad, que pueden llegar a ser tan costosos como un boleto de avión.

Siempre que se tenga la oportunidad se debe de reservar con antelación, ya que en una gran cantidad de países esto puede significar un gran descuento.

Es normal que en muchos países las tarifas de los trenes se calculen según el mercado y no por la distancia. Por ejemplo, en el Reino Unido, es posible optar por ésta práctica para sacarle el máximo partido a los trayectos, como que es más barato comprar los boletos por separado A-B y B-C para un viaje que sea de A a C, o bien, comprar un billete de D a D para viajar de D a E. Es posible que en otros países ésta práctica no de los mismos beneficios.

Si se quiere tener un viaje cómodo en tren, se debe intentar evitar viajar en las horas punta. Para los trenes locales, eso quiere decir que normalmente se debe viajar a una ciudad grande entre dos horas antes y una hora después de que comience el horario de trabajo de la gente local. Lo mismo aplica para el fin de la jornada laboral.

En algunos países de occidente, viajar los viernes por la noche, los domingos por la tarde y en días festivos, los trenes no son la opción más cómoda para viajar.

Siempre es recomendable llegar temprano a la estación de trenes. Aunque los trenes suelen tener fama de no ser puntuales, se recomienda llegar antes, aunque sean 10 minutos antes de la hora de salida, que es tiempo suficiente para estar tranquilo. Asimismo, se recomienda estar cerca de las puertas de embarque unos minutos antes de la hora oficial de salida.

Los trenes, sobre todo los más rápidos, suelen hacer varias paradas breves en estaciones pequeñas, llamadas apeaderos, por 30 segundos. Así que, si notas que el tren para demasiado, descuida, es algo normal. Asegurarse de tener todo el equipaje controlado antes de que llegue el tren puede evitar muchos problemas.

Por precaución, siempre se debe mantener del otro lado de las líneas amarillas en las plataformas, excepto cuando sea momento de subirse al tren. Apartarse del borde del andén cuando se informe del paso de los trenes por la estación, ya que pueden generar una succión a medida que pasan.