El Ayuntamiento de Utrecht subasta una veintena de barcos utilizados para la prostitución, tras haberse visto forzado a cerrar esa actividad en 2013 por escándalos relacionados con el tráfico de personas. A la vez, gestiona la apertura de un nuevo "barrio rojo" en la ciudad.

"El municipio hizo a las profesionales del sexo un montón de promesas para recuperar sus lugares de trabajo, pero cuatro años después todavía no hay nada”, declara una prostituta de 35 años, que ejerció como tal durante 17 años en esos barcos, atracados en uno de los canales del barrio de Zandpad.

El ayuntamiento retiró la licencia a los empresarios de Zandpad después de una sucesión de denuncias relacionadas con la supuesta trata de personas y la explotación sexual. Incluso también hubo denuncias contra los dueños de los barcos, que cobraban grandes cantidades de dinero a las prostitutas que querían alquilar un espacio para trabajar.

Subasta de los barcos

Esta veintena de barcos de la prostitución han estado vacíos desde 2013, cuando el Ayuntamiento ordenó su cierre inmediato. Todos ellos, a subasta hasta el próximo 18 de septiembre, cuentan con bañera, cocina americana y en algunos casos incluso con mobiliario de mesas y sillas e incluso colchones, deteriorados por el paso del tiempo.

Con ello, la casa de subastas neerlandesa BVA, quien gestiona la licitación, advierte en su página web de que los barcos se venden sin amarre y los nuevos propietarios deberán retirarlos de su actual ubicación antes del próximo 11 de octubre.

"No esperamos que una sola persona venga y se lleve todos los barcos al mismo tiempo. Sería raro, aunque la embarcación más cara cuesta 2.500 euros", explicó Richard Dieteren, director de BVA.

Dieteren aseguró que la subasta ha despertado gran interés, ya que está recibiendo numerosas preguntas de posibles compradores a través de la página web de la subasta.

Postura del Ayuntamiento

Mientras el Ayuntamiento de Utrecht intenta despejar el canal con la subasta de estos barcos, las trabajadoras del sexo esperan que el municipio aclare cuanto antes sus planes para la nueva zona que permitirá ejercer la prostitución y que prometió hace cuatro años.

"Las trabajadoras del sexo se ven obligadas a ejercer la prostitución en sus casas o en cualquier otro lugar. Lo que ocurre es que, indirectamente, el Ayuntamiento de Utrecht da vía libre a las actividades de los traficantes de mujeres y las obliga a trabajar sin protección alguna", criticaban.

La nueva propuesta que está gestionando el Ayuntamiento, conocida como "el nuevo Zandpad", será un barrio dedicado a la prostitución localizado a orillas del río Vecht, cerca de una zona residencial, y que acogerá 162 escaparates donde las prostitutas se mostrarán al público.

El municipio quiere repartir ese proyecto inmobiliario entre varios inversores, cuyos nombres se darán a conocer el próximo noviembre, después de estudiar los planes que tienen para el barrio.