Por fin las vacaciones estaban a la vuelta de la esquina. María, nombre ficticio que prefiere utilizar para preservar su identidad, y su familia decidieron optar como en otras ocasiones por el alquiler de un apartamento en Alcoceber (Castellón).

El destino estaba muy solicitado, por lo que tuvieron que contratar un piso para una de las semanas y otro para la otra. En el primer caso lo hicieron a través de una agencia de viajes y en el segundo, de un particular, ingresando como señal, un depósito de 200 euros.

Pocos días antes de llevar a cabo el cambio de alojamiento María recibió, vía whatsapp, un sospechoso mensaje en el que el propietario le comunicaba que le habian embargado el piso y que no podrían disfrutar de su estancia.

“ Fue increíble”, cuenta a ELPLURAL.COM. “Me decía que solo le quedaba mierda en las tripas, una cosa rarísima”. Aunque prometia devolverles el dinero, no le creyeron y le advirtieron de que pondrían el caso en manos de un abogado.

 

Dado que estaban ya en el punto de destino, María decidió acercarse hasta el edificio en el que iban a pasar sus tan ansiados días de descanso y vio toallas colgadas. “Ahí ya me di cuenta de que algo pasaba y quise llamar al telefonillo, pero mi marido me dijo que era mejor opción acudir a la policía”.

Los agentes se acercaron al inmueble y se encontraron a una mujer, la verdadera propietaria, quien, incrédula, contó que otras dos familias habian llamado a su puerta diciendo que habían alquilado la casa.

A partir de ahí, comenzó un largo proceso. Denuncia ante la Guardia Civil y tres intentos de celebración de juicio. “Lo curioso es que nos dio su nombre real y hasta su número de DNI”, cuenta María, quien tuvo que buscar el modo de no desplazarse hasta la localidad castellonense cada vez que se ponía fecha a un nuevo pleito. “Vivimos a 400 kilómetros de allí y yo no podía viajar cada vez que había una vista”.

La noticia esta misma semana de que han detenido al estafador, un hombre de 53 años residente en Madrid,le ha hecho sentir algo de alivio. “Por lo menos que pague por lo que ha hecho, ya que ha destrozado las vacaciones de decenas de familias y nos ha dejado sin dinero”. El acusado estaba siendo buscado por juzgados de todo el territorio nacional. Hay afectados en distintas comunidades autónomas y constan 48 denuncias contra él. "Cuando nosotros pusimos la nuestra, solo había tres. Ya nos advirtieron de que hay mucha gente que no llega a denunciar, y aún así ha llegado casi al medio centenar".