Diputados mexicanos fuera del Parlamento, ciudadanos dejando sus trabajos y saliendo a la calle y los viajeros del Metrobús siendo evacuados. ¿Hablamos del terremoto de esta noche en México? No, estamos hablando de hace dos días, del pasado miércoles, cuando las alertas sísmicas saltaron en la ciudad por un error humano… horas antes de que ocurriera el mayor terremoto de la historia del país.

El llamado Sistema de Alerta Sísmica para la Ciudad de México es un proyecto que arrancó en el año 1989 para avisar a la capital con rapidez de terremotos detectados en el centro y la costa oeste del país por sensores colocados en 12 estaciones. Poco a poco, el sistema se fue ampliando a diferentes ciudades -primero a Oaxaca- para acabar cubriendo varias regiones con 97 estaciones sismo-sensoras.

El sistema de aviso se basa en una red de megafonía distribuida por las ciudades que tiene una alerta acústica muy particular, acompañada de una voz masculina que repite una y otra vez la leyenda “alerta sísmica”.

Este miércoles 6 de septiembre, a las 19:06 hora local, el sistema de alerta sísmica se activó, unas 24 horas antes de que se produjera el mayor terremoto de la historia del país. El secretario de Protección Civil de la Ciudad de México, Fausto Lugo, ya con todos los ciudadanos asustados en las calles, avisó de que todo había sido una falsa alarma y no se había producido ningún terremoto.

El Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la Ciudad de México avisó de que todo había sido un gazapo producido durante el mantenimiento del sistema de altavoces: “Al realizar una de estas pruebas por un error humano se liberó el sonido de alertamiento sísmico”.

Una funesta casualidad que ha provocado varias críticas de los ciudadanos mexicanos en las redes sociales por haber sido asustados un día antes: