Este miércoles se celebra el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas. Es una jornada en la que merece la pena recordar lo que a menudo parece olvidarse: la incalculable cifra de personas que en contra de su voluntad permanecen en paradero desconocido en todo el mundo. Uno no sabe si vivos o si muertos.

La denominada desaparición forzada se ha convertido en un problema mundial que no afecta únicamente a una región concreta. Son, principalmente, el producto de dictaduras pasadas, y que aún a día de hoy pueden perpetrarse en situaciones complejas de conflictos internos

En esto, España tiene experiencia: fue en 2002 cuando la ONU la incluyó en la lista de países con desaparecidos forzosos por el franquismo, tras aceptar parcialmente una denuncia de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica

El legado franquista y sus desapariciones

Los datos asustan. Aunque el mapa de las fosas comunes llevado a cabo por el Gobierno contabilizaba en 2011 cerca de 2.000 fosas comunes sin abrir, la lista de las asociaciones de víctimas reflejaba un total de 130.000 desaparecidos, demostrando ser mucho más amplio el número de personas sin sepulcro. 

El Grupo de Trabajo de Desapariciones Forzadas e Involuntarias de la ONU inició una comunicación permanente con el Gobierno español [vigente a día de hoy] con el fin de exigirle explicaciones y hacerle saber su obligación en la investigación de este tipo de crímenes.

Han sido muchos los intentos de la ONU para hacer asumir a España la responsabilidad de sus actos. Concretamente, en 2013 emitió un exhaustivo informe con diversas recomendaciones que aún no han sido adoptadas.

Desde investigar y juzgar las desapariciones, hasta eliminar todos los obstáculos jurídicos de orden interno que lo impiden: ninguna exigencia ha hecho reaccionar a España, que ya atesora 15 años de casos omisos a las peticiones y reproches de los organismos internacionales. 

"A pesar de que el Estado español ha ratificado numerosos acuerdos internacionales que le responsabilizan de garantizar verdad, justicia y reparación para las víctimas de la dictadura de los franquistas, sus incumplimientos en esa materia son incontables y atroces, cuando se trata de dejar morir a los hijos e hijas de esos desaparecidos sin atenderlos, cuidarlos y tratarlos como si fueran un estorbo para la democracia", afirma la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica en un comunicado.

Los niños robados también se manifiestan

Aprovechando la celebración del Día Internacional de las personas desaparecidas, decenas de víctimas de bebés robados se han concentrado este miércoles ante el Congreso para reclamar la creación de un "censo nacional" de desaparecidos para poder conocer la dimensión de este problema en España, que podría afectar a unos 300.000 recién nacidos.

Por segundo año, las asociaciones "Camino a la Justicia", el Observatorio Internacional para la Defensa de los Derechos Humanos "Nuevo Ágora" y Avidna han conmemorado el Día Internacional con esta concentración, en la que han recordado que "siguen en la lucha" y que no que cejarán en ella hasta que no tengan una solución.

El representante de las víctimas ha denunciado la actitud de la Iglesia, que "está cerrada a cal y canto y ni siquiera nos ha dado la opción de entrevistarnos con algún responsable de la jerarquía eclesiástica". También ha criticado las trabas judiciales que, a su juicio, encuentran los abogados de las víctimas, principalmente "las prescripciones no fundadas de las causas".