En los últimos años, el 95% de los afectados por la hepatitis C ha logrado curarse gracias a tratamientos muy eficaces. Este hecho pone de manifiesto la posibilidad de [en caso de mantenerse las mismas condiciones] eliminar en los próximos cinco años una enfermedad principalmente responsable de cirrosis, cáncer de hígado y transplante.

Así lo afirma el doctor José Luis Calleja [del hospital Puerta de Hierro de Majadahonda] quien señala como principal problema la existencia de personas sin diagnosticar: un hecho que, dadas la falta de sintomatología de esta enfermedad, hay población que no sabe aún que la padece. 

"Segun los últimos datos, un 0,5% de la población está infectada con hepatitis C, y eso significa que existirían unas 250.000 personas, de las cuales ya se han tratado 80.000 gracias al Plan Estratégico del Ministerio de Sanidad

Y es que, según afirma el doctor Calleja, en la actualidad se está tratando a un ritmo de 2.700 pacientes al mes: un hecho que abre la vereda de la puerta a la curación total en un pazo de 5 o 6 años [en toda la población española]. Sin embargo, y según afirma, esto sólo es posible "si se logra aumentar la tasa de diagnóstico, que ahora mismo es el mayor problema al que se enfrenta la sanidad en este aspecto". 

“Durante las últimas décadas hemos tenido un problema de salud pública muy importante. Además, hay un amplio desconocimiento en la población sobre esta infección vírica, dado que mucha gente aún no sabe que se trata de una enfermedad curable. Con un tratamiento finito se consigue una curación completa", afirma.

Necesidad de políticas más eficaces y tratamientos en fases tempranas

En esta línea, Calleja destaca otras vías secundarias [y no por ello menos importantes] para la lucha contra la hepatitis C y su erradicación.

Estas son, entre otras, las campañas de concienciación ciudadana por las que impulsar acciones a nivel de determinados colectivos, en su gran mayoría inmigrantes, personas que consumen drogas por vía parenteral y con conductas sexuales de riesgo...o incluso internos en prisión: allí donde la frecuencia es superior a la media al haber entrado en contacto por vía intravenosa. 

Hasta ahora se ha pensado en el beneficio individual pero ahora hay que pensar en tratar a todos los pacientes que pueden transmitirla en beneficio de la sociedad, para reducir los casos nuevos de infección”, asevera

Pero este médico no sólo aboga por la movilización y la ayuda de los ciudadanos de a pie en la lucha contra la enfermedad, sino también por el aumento del compromiso del Estado que, a su juicio, debería impulsar políticas más eficaces y tratamientos en fases más tempranas