La Falange Española quiere tener inmunidad para seguir cantando en público el himno fascista Cara al Sol, así como poder exhibir la bandera del yugo y las flechas, símbolos del franquismo, dos acciones que prohibirán la futura Ley de Memoria Democrática de Aragón.

Por ello, el jefe estatal del partido fascista, Norberto Pico, ha pedido intervenir ante la Comisión de Comparecencias de las Cortes de Aragón para reclamar esa excepción.

La futura ley, al menos en su primer borrador, pedía que se le quitaran las subvenciones a los actos de enaltecimiento institucional del franquismo. Y se contemplaban multas de 2.001 a 10.000 para aquellos que usen “expresiones ofensivas, vejatorias o atentatorias contra la dignidad de las víctimas de la guerra civil o la dictadura franquista (...) cuando estas categorías de conductas no puedan ser tipificadas como delito de incitación al odio”.  

Unas acciones que se convertirían en graves cuando hubiera reiteración en un año y se pasaría a multas de entre 10.001 y 150.000 euros, además de otras sanciones como “la pérdida del derecho a obtener subvenciones, bonificaciones o ayudas públicas por un periodo máximo de dos, tres o cinco años”, según “la gravedad de los hechos y su repercusión”. 

La Falange Española y su jefe defienden que el Cara al Sol y las banderas con símbolos como los yugos y las fechas no deberían ser sancionables puesto que podría “poner en riesgo la libertad de actuación política de nuestro partido, suponiendo ello un menoscabo al pluralismo político consagrado en la Constitución Española como valor fundamental de nuestro ordenamiento jurídico”, además de presentar “claros indicios de inconstitucionalidad” y entrañar el riesgo de “impedir el ejercicio de algunos de sus derechos fundamentales a los afiliados, simpatizantes y votantes de nuestro partido”, como señala Público.        

La Mesa de las Cortes, que preside una diputada de Podemos, y que cuenta con dos miembros del PP y dos del PSOE, decidirá este miércoles si accede a recibir a la Falange Española, algo que apoyan los Servicios Jurídicos de las Cortes de Aragón. Se trataría de un momento histórico, porque pocas veces, o ninguna, un representante de la Falange habla ante un parlamento democrático.