Sin ningún tipo de reparo y a plena luz del día, traficantes venden tubitos rellenos de óxido nitroso por 5 euros en las playas de Ibiza. El gas se introduce en un globo, lo hinchas, respiras y el subidón es instantáneo. Imágenes de decenas de jóvenes con globos de colores evoca a una tierna imagen infantil cuando en realidad están consumiendo un producto tóxico en la vía pública. Las escenas son una versión occidentalizada y edulcorada de los niños que esnifan pegamento en la Estación de Leningradsky o en una favela de Río de Janeiro. Desde hace varias semanas se han incautado en España numerosas dosis de un producto que se ha cobrado la vida de 17 personas desde el año 2006 en Inglaterra.

A pesar de todo, el "gas de la risa", no se trata de un producto ilegal. Se puede adquirir en cualquier ferretería por un módico precio, o sin movernos de casa a través de Internet. 24 cápsulas por 12 euros. 50 céntimos por dosis. Una dosis que aspiras y la carcajada resulta instántanea. Un producto accesible, barato y de efecto inmediato.

El óxido de nitrógeno es un gas incoloro que puede causar desmayos, incluso paros respiratorios. Además, un consumo continuado puede conllevar a afectar a la médula espinar debido al bloqueo de la acción de la vitamina B12. Fue descubierto en 1772 por el científico británico Joseph Priestley pero no sería hasta 30 años después cuando el químico Humpry Davy comenzó a usarlo con fines recreativos. Desde aquel día hasta hoy se le da un uso recreativo al gas de la risa, el cual debido a la falta de conocimiento que hay sobre sus efectos, se ve como un producto poco perjudicial. De hecho desde el programa "El Hormiguero" se promocionó su consumo:

El consumo del óxido nitroso en España está ligado con el turismo inglés ya que en las islas es muy popular su uso. De hecho Gran Bretaña es el mayor consumidor de este producto en el mundo. En julio de 2015, la policía incautó la friolera de1200 botes en una sola noche en el barrio londinense de Shoreditch.