Cada vez es mayor el uso que hacemos del teléfono móvil y otro tipo de gadgets con pantallas táctiles. Si bien es cierto que han revolucionado nuestro mundo y presentan múltiples ventajas, hay una cara menos amable, en la que está, entre otras cosas, el aumento del número de lesiones asociadas a las nuevas tecnologías.

Problemas, antes vinculados a profesiones muy concretas, amenazan con convertirse en dolencias comunes. Así ha pasado ya con una enfermedad relacionada con el pulgar, explica a ELPLURAL.COM Fernando Ramos, coordinador del servicio de fisioterapia del Hospital Quirónsalud A Coruña, que “antes solo era descrita en costureras”.

El móvil se ha convertido en nuestra herramienta, tanto de ocio como de trabajo, y eso tiene consecuencias, más si tenemos en cuenta los efectos negativos que tenía ya el ordenador, “con una pantalla más grande y un teclado mejor adaptado”.

Uno de los principales problemas tiene que ver con que estos dispositivos obligan a manejar siempre el mismo dedo, explica este especialista. “Estar todo el tiempo con el pulgar produce microtraumatismos que acaban generando dolencias. Lo peor es el gesto repetitivo”.

En 2014 la prestigiosa revista ‘The Lancet’acuñó el término ‘WhatsAppitis’, a raíz del caso de una paciente que llegó al servicio de urgencias manifestando “dolor e impotencia funcional en la base del pulgar” después de pasar un número importante de horas manejando el teléfono para contestar mensajes navideños.

Lesiones en la mano, la muñeca y las cervicales

Es más que probable que un futuro próximo la WhatsAppitis sea una dolencia común.

Anatómicamente, los pulgares, subraya Ramos,“por la forma en la que están configurados, hacen un movimiento de pinza que genera mucho estrés sobre dos tendones, provocando una sobrecarga de la zona”

Pero el daño no se ciñe sólo al pulgar. Puede afectar a otros dedos, a la muñeca, y a las cervicales.

“Hay estudios que describen la sobrecarga que recibe la región cervical en función de la posición de la cabeza en relación al tronco”, matiza este fisioterapeuta. “Cuando hacemos uso del teléfono móvil inclinamos la cabeza hacia delante y hacia abajo, lo que acompañamos de una ligera elevación del brazo”.  A día de hoy, de hecho,“el dolor cervical está igualando ya en prevalencia al dolor lumbar”, antes mucho más frecuente.

Hay distintas lesiones asociadas al uso de las nuevas tecnologías, que van desde la  tenosinovitis, la inflamación del tendón y de la membrana sinovial que lo recubre, hasta lesiones nerviosas del túnel carpiano o cambios degenerativos en la articulación del pulgar o la muñeca.

Recomendaciones para minimizar riesgos

Para minimizar riesgos conviene seguir una serie de pautas: