El descanso es un elemento primordial para el desarrollo del bebé. Según los expertos en pediatría, el sueño es tan importante como la lactancia, ya que contribuye al crecimiento y al buen desarrollo del cerebro y del sistema nervioso. La hormona del crecimiento, la  conocida GH, se fabrica fundamentalmente durante las horas de sueño. El descanso favorece también el desarrollo de la memoria, que ayuda a fijar los conocimientos que el bebé va adquiriendo día a día.

El buen descanso del recién nacido repercute a su vez en el descanso de la familia. Cuanto más y mejor duerma el bebé, menos desvelos sufrirán los padres durante la noche y mejor podrán responder al día siguiente ante las exigencias del trabajo.

Consejos para favorecer el sueño del bebé

Durante los primeros meses de vida, los bebés duermen muchísimo,  entre 16 y 18 horas  diarias. Únicamente se despiertan para alimentarse o bien si reciben algún estímulo externo, como un ruido o un contacto físico.

A medida que el bebé crece, las pautas  van cambiando y se hace necesario crear unas rutinas que propicien el sueño y favorezcan el descanso. Aquí os presentamos  una serie de consejos que os pueden ayudar a afrontrar con éxito esa etapa:

  • Busca un colchón adecuado

Si queremos garantizar la seguridad y el confort de nuestro recién nacido durante el sueño, es primordial adquirir un colchón de cuna para bebés de calidad. Actualmente existen en el mercado productos lavables, antialérgicos y que no retienen la humedad. Además, incorporan elementos transpirables que se minimizan el riesgo de asfixia.

  • Pon a dormir al bebé bocarriba

Mucho se ha escrito sobre cuál es la mejor postura del bebé a la hora de dormir. Lo más recomendable es situarlo bocarriba, ya que disminuyen las posibilidades de que se produzca la temida muerte súbita del lactante. Según los investigadores, los bebés que duermen bocabajo inhalan menos oxígeno. Además, la postura bocarriba favorece que el bebé incline la cabeza hacia un lado mientras duerme, lo que evita que se pueda atragantar con algún pequeño vómito.

  • Establece rutinas diarias que favorezcan el sueño

Normalmente las rutinas deben iniciarse un buen rato antes de poner el bebé a dormir. Y para empezar, el baño. Familiarizar al bebé con el contacto del agua, las caricias y el tacto de las toallas hará más fácil el momento de irse a la cama. También es muy recomendable hablar con el bebé, cantarle o mecerle en los brazos. Todas estas actividades harán que se sienta relajado antes de ir a dormir

  • La habitación, un lugar agradable y tranquilo

El bebé debe entender que su habitación en un espacio placentero, no simplemente un lugar en el que se le "abandona " durante unas horas para que pueda dormir. El entorno, por tanto, ha de ser agradable y relajante. Debemos evitar atiborrar la habitación de juguetes y colores excitantes y apostar por espacios diáfanos y tonos suaves. Y si tenemos dudas sobre cómo hacerlo,  podemos acudir a los libros de feng shui, donde todos estos aspectos se explican con detalle.