Coincidiendo con el solsticio de verano, ayer 21 de junio una veintena de activistas de Greenpeace ha pintado un gigantesco sol de 50 metros de diámetro en la plaza de Francesc Macià de Barcelona, en plena Diagonal, para apoyar a las energías renovables y reivindicar el fin del impuesto al sol, así como que la ciudadanía pueda acceder a las energías limpias.

El grupo de activistas ha utilizado más de 2.000 litros de pintura ecológica para trazar un sol que rodeaba la plaza, cuyos rayos se extendían en las diferentes vías que parten de la glorieta. Con esta acción, la organización ecologista pone de manifiesto la falta de responsabilidad del Gobierno de España para cumplir con los compromisos adquiridos en el Acuerdo de París.

Greenpeace realizó una actividad similar en la plaza del Arco del Triunfo de la capital francesa en el año 2015 durante la celebración de la Cumbre del Clima para recordar que la energía limpia es un derecho.

El sol es de todos

Greenpeace denuncia además el empeño del Gobierno español en boicotear, en España y en Europa, el derecho ciudadano a participar de la transición energética hacia las energías renovables como motor de los esfuerzos para frenar el cambio climático y le pide que elimine el Impuesto al Sol así como las trabas administrativas al autoconsumo.

«El Gobierno español sigue anclado en el pasado defendiendo ayudas a las energías sucias como el carbón o la nuclear. Y en las negociaciones europeas todo su interés está en asegurar cláusulas para que España pueda incumplir impunemente los nuevos objetivos de renovables o para legitimar el Impuesto al Sol en todo Europa. No es lo que se espera de un Gobierno que se declara comprometido con la lucha contra el cambio climático» ha declarado Sara Pizzinato, responsable de la campaña de renovables de Greenpeace.

El grupo de activistas recuerda que para cumplir con el Acuerdo de París es necesario reemplazar el actual sistema energético basado en los combustibles fósiles y la nuclear por uno que pone a las personas y el planeta en el epicentro de la transición a un sistema energético 100% renovable, eficiente e inteligente.

La organización ecologista ha aprovechado la ocasión para pedir a la Generalitat de Catalunya, y por extensión al resto de Gobiernos autonómicos, que no deje pasar la oportunidad de legislar a favor del autoconsumo compartido, especialmente tras haber conseguido el fallo del Tribunal Constitucional que ha tumbado la prohibición plasmada por el Gobierno en el Real Decreto 900/2015 de Autoconsumo.

En España una de cada tres personas podrían participar activamente en la energía produciendo su propia electricidad de forma individual o colectiva con renovables o participando en servicios de gestión de la demanda para mediado de siglo alcanzando a generar hasta la mitad de la electricidad necesaria en España.