El Mundial de Qatar ha estado siempre en el punto de mira, desde que se conoció allá por diciembre de 2010. Su victoria entre las otras candidaturas ha estado envuelta en un halo de sospechas. Pero no es la única controversia que gira en torno al Mundial que se celebrará – o no – en el país árabe.

Este lunes, Arabia Saudí, Egipto, Emiratos Árabes, Baréin, Yemen, Libia y Maldivas han comunicado que rompen unilateralmente las relaciones diplomáticas con Qatar, al que acusan de apoyar al terrorismo. Ya ha habido consecuencias, pero parece que esto es la punta del iceberg y queda mucho por dilucidarse a largo plazo.

¿Puede afectar a la disputa del Mundial de 2022 en Qatar? Es pronto para pronunciarse. De momento, el Ministerio de Asuntos Exteriores del país sostiene que las medidas no están “justificadas” y “se fundamentan en calumnias”.

Sospechas en la adjudicación

Pero no es la primera vez que Qatar es el epicentro de las críticas – en este caso por asuntos relacionados a la organización del Mundial -. La FIFA, durante el mandato del ya ex presidente Joseph Blatter, le otorgó el Campeonato del Mundo al país árabe, que competía con Corea del Sur, Japón, Australia y Estados Unidos. Las sospechas acompañaron a esta adjudicación desde el primer momento.

Sospechas que fueron refrendadas por Domenico Scala, presidente de la Comisión de Auditoría y Cumplimento de la FIFA. El directivo aseguró, tras la dimisión de Blatter, que la elección podría ser invalidada si surgieran pruebas de compra de votos. No obstante, todavía no han aparecido esas pruebas y las pesquisas siguen en pie, aunque de momento sin esclarecer la situación.

“Abusos sistemáticos”

Las obras en Qatar llevan un tiempo en marcha, con el fin de llegar al mes de noviembre con todas las infraestructuras concluidas. No obstante, con esta consigna como ‘filosofía de vida’, se han cometido algunos “abusos” con los trabajadores, según denunció el pasado año Amnistía Internacional a través de un informe.

La organización asegura que los trabajadores inmigrantes están sometidos a “abusos sistemáticos” como, por ejemplo, “ser objeto de trabajos forzosos durante incontables” o prohibirles salir del país, con su consiguiente retención del pasaporte. Además denuncian el alojamiento de los obreros, impago de sus salarios durante meses e incluso amenazas para todo aquel que se atreviera a denunciar la situación.

Unas condiciones infrahumanas que, un año después, el país intentó cambiar. No obstante, durante los más de seis años que lleva el país construyendo las infraestructuras, han fallecido 1.500 obreros, que aumentarían a 4.000 según cálculos de la International Trade Union Confederation.

Un Mundial en invierno

Otro de los aspectos que han generado polémica ha sido la elección de la fecha para la disputa del mismo. No sería en verano, como es habitual, sino que pasaría a celebrarse en invierno, sobre el mes de diciembre. Si bien este es un aspecto más naíf que el resto de polémicas, no ha dejado de suscitar opiniones contrarias a la celebración del mismo.

Incluso se aumentan el número de selecciones participantes hasta las 40, ocho más que en las últimas ediciones. Un debate que ya afectó a la pasada Eurocopa de Francia, aunque no levantó las ampollas que ha generado el Mundial de Qatar. Una cita polémica desde su ‘nacimiento’ y que, según las últimas noticias, no cuenta con el beneplácito de muchos países.