Los hechos se remontan al 13 de marzo de este mismo año. Ese día, el cabo que supervisaba la unidad de los bomberos de la Diputación de Bizkaia se negó a participar en el envío de 26 contenedores en cuyo interior se hallaban más de 4.000 toneladas de bombas y explosivos. El destino de estos era Arabia Saudí. Los bomberos tienen la obligación – por normativa – supervisar los cargamentos con materiales peligrosos.

El bombero informó a su base de que, por motivos de conciencia, no iba a participar en el operativo. El funcionario esgrimió que, tras enterarse de que el cargamento partiría con destino a Arabia Saudí, el material podría destinarse contra la población civil en el conflicto de Yemen. Esta decisión la comunicó primero de forma verbal y, después, por escrito en el informe.

Una vez estudiado el caso, la Diputación de Bizkaia le ha abierto un expediente por “incumplimiento de funciones”. Aseguran que no está contemplada la objeción de conciencia, por lo que esto le puede costar muy caro. Más concretamente entre dos y cuatro años de suspensión de empleo sin sueldo.

En una entrevista en la Cadena SER, el bombero ha declarado que “por conciencia volvería a adoptar esta postura”, aunque se retracta si mira desde la perspectiva de lo económico. En este caso, no volvería a hacer lo que hizo ya que “tengo dos hijos de uno y dos años y una situación económica complicada”, sostiene el bombero, que ha querido mantener su nombre en el anonimato.

No obstante, pese al expediente, apoyos no le faltan. Desde Change.org han abierto una petición para que se le levante ‘el castigo’. Una recogida de firmas que ya ha logrado recabar 35.000 en menos de dos días. También los partidos políticos están de su lado, al menos Podemos y EH Bildu, que se han mostrado críticos con la postura de la Diputación.