A pocos días de que dé comienzo la Semana Santa, la Agrupación Reformista de Policías ha lanzado una voz de alarma sobre el peligro que supone que los agentes participen en las procesiones uniformados.

Su colaboración en los pasos religiosos nada tiene que ver con la seguridad. Acuden como acompañantes o costaleros en representación de este cuerpo de seguridad del Estado. Pero, hacerlo en un momento en el que estamos en nivel 4 de alerta antiterrorista, supone “un riesgo innecesario de asumir por la institución policial y sus funcionarios”.

Así lo explica a ELPLURAL.COM Luis Miguel Lorente, Coordinador General de ARP, que alerta de que “en algunas ciudades como Alicante se está pidiendo a los agentes que participen de forma voluntaria en las procesiones”.

A juicio de este sindicato, “no es adecuado que se arriesgue la integridad de los policías, que constituyen un blanco perfecto desfilando uniformados junto a los ciudadanos”.   

Presión para los agentes en prácticas

La petición, además, no solo afecta a la plantilla fija, sino también, a los alumnos en prácticas, que pueden llegar a sentirse presionados. “Un policía veterano decide con más libertad si va o no, pero uno en prácticas siempre tendrá más reticencias a una negativa por la percepción que la Jefatura pueda tener de él”, relata Lorente.

Por este motivo, “solicitamos de forma inmediata que a los alumnos no se les ponga a ‘examen’ en este tipo de actos, sin ser realmente funcionarios de carrera y sin poder decidir ante el temor fruto de la inseguridad de una decisión no acorde a los intereses del jefe de una plantilla policial”.   

Garantizar la seguridad

Para la Agrupación Reformista de Policías, los agentes deben limitarse a “garantizar la seguridad en este tipo de actos masivos y velar por el mantenimiento del orden público en funciones preventivas”.

Es fundamental, por tanto, que cualquier otro tipo de participación en las procesiones se haga “libre de servicio, sin compensación de ningún tipo y sin ostentar uniforme policial”, afirma el coordinador de este colectivo. Sólo así pueden evitarse los riesgos que supone ser un “blanco perfecto para cualquier ataque indiscriminado hacia los funcionarios del Cuerpo de Policía Nacional y los presumibles daños colaterales a la ciudadanía”.

Vinculados a hermandades religiosas

El porqué de esta presencia policial en algunas procesiones tiene que ver con la vinculación que este cuerpo tiene con hermandades religiosas, “reminiscencias de tiempos pasados” en los que llegó a ser costumbre el establecimiento de este tipo de lazos.

En este sentido ya ha tenido que pronunciarse la justicia. El Tribunal Constitucional dictaminó en 2004 que se había vulnerado el derecho a la libertad religiosa de un miembro de la Policía que interpuso un recurso de amparo porque había solicitado que se le dispensara de asistir al servicio en una determinada procesión.

La agrupación recuerda que “el artículo 16.1 de la Constitución Española garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto”. Por ello pide que se respete la “aconfesionalidad del Estado Español”, y subraya “también el artículo 4.2 del Estatuto de los Trabajadores prohíbe la discriminación en el trabajo por motivos religiosos o convicciones”.