Ya no hay nadie que al oír el nombre de Nadia no traslade su mente al pequeñísimo pueblo de Fígols i Alinyà, o a La Seu d´Urgell, municipio en el que están los juzgados por los que han pasado los padres de la niña.

Se ha ido desgranando con todo detalle el caso de una menor cuya imagen ya conocíamos todos, pues hace años que sus progenitores la exponen sin pudor.

¿Quién puede proteger a Nadia? ¿Qué pasará cuando acceda a internet y se asome a su vida? En nuestro país, los cambios de identidad sólo se contemplan en casos de testigos protegidos.

El Fiscal Jefe de Lleida, Juan Boné, ha contado a ELPLURAL.COM7 que “la situación es grave. A lo máximo que hemos podido llegar es a conseguir que no se hiciesen públicos algunos datos como los relativos a su salud”. Lo que sí logró la Fiscalía fue “sacar a la niña de aquí, porque esto es muy pequeño y todo el mundo se conoce”, a lo que hay que sumar que  “eran sus propios compañeros de clase los que recaudaban fondos”. Tras estudiar el perfil de su tía, se consideró que podía hacerse cargo de ella.

Medios de comunicación

La fiscalía no ha podido evitar que los medios de comunicación facilitasen mucha, demasiada información. “En España no hay regulación legal sobre esto”, aclara Boné. “Es libertad de prensa, y nosotros no podemos impedirlo. Si los medios no se autolimitan nosotros poco podemos hacer, es incontrolable”.

Lo cierto es que las imágenes de Nadia no han dejado de sucederse. “Justo el día que se iba a Mallorca, la niña paró con su tía en un Burger King y la fotografiaron. ¿Es noticia, que coma una hamburguesa? El fiscal jefe tampoco entiende por qué los medios “han facilitado el nombre del pueblo en el que reside en la actualidad la menor”.

También los padres

Juan Boné, no obstante, aclara que la responsabilidad de la exposición a la que está expuesta Nadia es compartida. “Cuando las imágenes han sido previamente difundidas por los padres, no se puede hacer nada”. Cuando la familia  recaudaba fondos para la enfermedad de la niña, “una televisión les sugirió que no sacasen a la menor y fueron ellos los que quisieron llevarla.”

Daños graves

Para la psicóloga clínica del CPL de Torrejón de Ardoz, Juana García, las secuelas que pueden quedarle a Nadia “son muy importantes”. En este caso además, al propio trauma que le ha podido generar a la menor la vivencia de todos los sucesos, se suma la carga adicional de la presión mediática”.

El entorno conoce la historia por lo que “todas las áreas principales están afectadas”. El daño, explica García, es “intrapersonal e interpersonal”; puede afectar a las relaciones sociales, a nivel afectivo, emocional e incluso intelectual, por el deterioro cognitivo derivado de la propia patología que sufre la menor. Nadia necesitará un tratamiento global, que incluirá la aportación de una serie de herramientas que le sirvan para responder “a lo que le puedan decir en el colegio o lo que pueda leer en internet”. Habrá que “reconstruir sus estructuras y su imagen desde una perspectiva psicológica”.

Que el daño se lo haya infringido su propia familia agrava la situación ya que “se rompe la figura de protección y apego, que constituyen necesidades básicas”, añade. A todo esto hay que sumar la edad en la que está, próxima a la adolescencia.

¿Derecho al olvido?

“Cuando la niña abra internet, todo estará ahí”, sostiene el fiscal Jefe Juan Boné, “el derecho al olvido es muy relativo”. El futuro de Nadia es complicado, su presente, muy difícil. Este mismo viernes, la Oficina del Menor de Baleares anunció la apertura de un expediente por "revictimización" de la niña.