Después de tenernos en ascuas durante varias horas, Pedro Sánchez cumplió su promesa con la prensa y salió al 'ruedo'. Existían varias hipótesis sobre el anunció que realizaría, aunque al final fue la que la mayoría sospechábamos: renunciar a su acta de diputado. Una acción que le permitía mantener el "no" a Rajoy a la vez que quedaba bien con la decisión de su partido.

Coherente con su discurso

No entraremos en valorar lo que Pedro Sánchez quería conseguir con las palabras que ha transmitido. Pero sí hemos querido analizar su comunicación no verbal y si esta era coherente con lo que decía. Para ello, en ELPLURAL.COM hemos contactado con José Luis Martín Ovejero, experto en comunicación no verbal y miembro de la Asociación ACONVE.

"Toda su conversación ha sido coherente con su mensaje" afirma el experto.

Ganas de acabar cuanto antes

Ya había advertido que no aceptaría preguntas por parte de los periodistas. ¿Quizá sabía que se lo iba a impedir el nudo que se le ha hecho en la garganta durante toda la rueda de prensa?

"Se le ha podido ver triste, implicado y con deseo de terminar cuanto antes: cogía y soltaba la esquina de los folios en ademán de pasarlos constantemente".

No hacía falta ser un experto en comunicación no verbal para darse cuenta de que Sánchez ha estado a punto de romper a llorar en varias ocasiones, donde el nudo de la garganta le ha impedido hablar con naturalidad durante varias partes de su discurso.

Sus microgestos también eran coherentes con lo que decía. "Tristeza clara", dice Martín Ovejero. "Lo hemos podido ver con la orientación de su cabeza y de su mirada hacia abajo". Una emoción que también sus cejas han confirmado:

Emociones por dóquier

La tristeza no ha sido la única emoción que ha invadido a Pedro Sánchez durante su ponencia, "también ha sacado el dedo índice más agresivo. Ha sido de forma excepcional, pero lo ha sacado en un par de ocasiones".