Todo apuntaba a que Carme Chacón y Alfredo Pérez Rubalcaba iban a disputarse democráticamente ante las bases del PSOE la candidatura a la presidencia del Gobierno. A día y hora de hoy, salvo mayúscula sorpresa (José Bono) el Comité Federal convocará las primarias a las cuales solo optará Rubalcaba, y por lo tanto será proclamado candidato.

La propuesta de Congreso Extraordinario (u ordinario que, conforme a los estatutos está en fecha) realizada por Patxi López dinamitó todo el proceso, el solo hecho de su convocatoria y la renovación total o parcial de la dirección y segura la de su secretario General, llevaría inexorablemente a unas elecciones anticipadas para las cuales, ni el PSOE y menos aún España está en condiciones de afrontar. La renuncia a competir de la ministra de Defensa Carme Chacón es un ejercicio de responsabilidad, visión de Estado y  generosidad que debería servir de ejemplo a muchos.

No creo en las teorías conspirativas, y menos aún si están son muy burdas. Creo sin embargo que el PSE y Patxi López se equivocaron grave e irresponsablemente. No por pedir un Congreso, que es plenamente democrático, sino por no haberlo discutido previamente con el secretario General y presidente del Gobierno, al cual ni siquiera avisó y al que debilitó aún más, si ello es posible.

Patxi López y el PSE obtuvieron, en las elecciones generales de 2008 un resultado notable (por primera vez  fueron los más votados) y no fue ajeno a este triunfo el Presidente Zapatero, quién arriesgó su reelección en la firme apuesta por la paz, hoy al alcance de la mano. Patxi López y el PSE también obtuvieron un buen resultado en las autonómicas, aunque no el “sorpasso” al PNV, sin embargo hoy es Lehendakari porque el Presidente Zapatero puso en juego la estabilidad de la legislatura actual al apoyar su investidura con el apoyo del PP en detrimento del PNV. Hay visiones de estado y hay miradas de aldea.

Cuando  en Ferraz están discutiendo si son galgos o podencos, en Génova 13 reparten ministerios y embajadas mientras Rajoy estudia inglés.

Una vez elegido candidato (Rubalcaba será  magnífico) no estaría de más una pequeña remodelación del Gobierno. Ramón Jáuregui asumiendo la titularidad de la portavocía  del Gobierno y Rubalcaba permutando  puestos con José Antonio Alonso (ambos los conocen muy bien por haberlos ejercido). Serían muy interesantes los debates en el Congreso entre Rajoy y Rubalcaba ya que en campaña electoral no creo que Rajoy los acepte.

Hugo Silberman es licenciado en derecho y analista político