Pedro Sánchez y los barones se verán el domingo a última hora, quizás en una cena. Al menos es lo que se está intentando desde Ferraz. Se quiere en el encuentro consensuar diferencias y evitar así que ante el Comité Federal del lunes se puedan reproducir retos verbales, más o menos indirectos, como los que se están viviendo las últimas horas entre el secretario general nacional y alguno de los autonómicos.

Pedro Sánchez y Susana Díaz han puesto cara a un desencuentro sobre la política de pactos en el PSOE, que se quiere canalizar antes de que se convierta en un pulso interno inmanejable. EFE



Interpretaciones y susceptibilidades
El ejemplo más sonado, el que se está viviendo entre Sánchez y Susana Díaz a partir de unas declaraciones que se han adelantado de la presidenta andaluza a una radio recordando que la política de pactos en el PSOE “se decide en el Comité Federal”, y sólo horas después de que, también en respuesta a otras declaraciones anteriores de Díaz el pasado lunes, el propio Sánchez hubiera declarado que “es la dirección federal, y mi persona, quien marca las líneas” de la política que sigue el partido.

Pero no sólo había sido Susana Díaz. También otros barones del partido, “en especial lo que cuentan, que son los que están al frente de Gobiernos autonómicos”, como señala a ELPLURAL.COM un alto dirigente socialista, habían advertido contra movimientos ‘peligrosos’ en cualquier política de pactos.

Se refieren, evidentemente, al extremeño Fernández Vara, y al castellano manchego García Page que también se han hecho oír en las últimas horas con advertencias a posibles decisiones de Sánchez de cerrar pactos que estos secretarios generales consideran lesivos, y que, claramente, apuntan a algún acuerdo con Podemos en las condiciones que actualmente se ve obligado a marcar el líder de esta formación, Pablo Iglesias, favorable al referéndum en Cataluña, ‘atrapado’ por el hecho de que buena parte de sus diputados llegan de las autonomías históricas.

Acuerdos y desacuerdos
¿Por dónde podría alcanzarse ese ‘terreno común’ entre la dirección nacional del PSOE y sus barones? Parece que hay un consenso unánime en un punto, y discrepancias en otro.

El consenso unánime en estos momentos, y Pedro Sánchez lo ha repetido desde la misma noche electoral, está en que el PSOE no apoyará ningún gobierno del PP, sea presidido por Mariano Rajoy o por otro. De mantener esta postura, una posición activa que no se limita a la abstención, sino que incluye el voto en contra de un gobierno ‘popular’ solo o con Ciudadanos, es matemáticamente imposible que este pueda salir adelante.

En la dirección socialista han reconocido a ELPLURAL.COM que existe una cierta presión por parte de los poderes económicos y otros para que se evite el adelanto electoral y se permita la formación de ‘un gobierno de pacto’ que pueda sobrevivir un año y medio o dos, y que permita profundizar en la recuperación económica y “se meta en el carril de la reforma constitucional para hacer frente a la crisis territorial”.

Pero en la dirección socialista aparecer como los ‘facilitadores’ de un nuevo Gobierno de Rajoy resulta inaceptable, ya que no se les oculta el enorme desgaste que sufrirían en ese caso ante su electorado. En esto, al menos hasta ahora, hay consenso unánime entre Ferraz y los demás secretarios generales.

La difícil política de pactos
Las discrepancias entre la dirección nacional y los barones aparecen en la política de pactos. Y es que, si como parece lo más probable en estos momentos, Rajoy fracasara en su intento de formar gobierno, se abriría la puerta para que legítimamente Pedro Sánchez, como dirigente de la oposición, pudiera explorar la posibilidad de formar un gobierno de coalición con otros grupos progresistas y de izquierda.

“Un pacto para el PSOE -nos dicen- exigiría acuerdos sobre aspectos sociales.., pero también sobre la integridad territorial”. Y el problema está en esa línea roja para los dirigentes territoriales del PSOE, que se enfrenta a la que Pablo Iglesias ya ha hecho oficial en lugar destacado: la celebración de un referéndum en Cataluña. Una consulta que muy posiblemente sería también pedida en otros territorios.

En la dirección socialista se considera que Pablo Iglesias está atrapado por sus ‘apoyos’. “Nosotros no podemos dejarnos atrapar en la trampa que vive Iglesias -nos dice un dirigente socialista-, que de sus 69 diputados, apenas controla la mitad, mientras los otros dependen de Colaus, Beiras, Oltras y demás…”. Los ‘socios’ de Podemos, lo que los barones socialistas han calificado de “fuerzas políticas que están planteando la ruptura de España y el soberanismo”, tienen una política territorial imposible de aceptar para los socialistas. Para complicarlo aún más, para que esa coalición sumara una mayoría absoluta, haría falta el apoyo de otras fuerzas nacionalistas, como ERC.

En cualquier caso, se insiste en la dirección socialista, “estamos en el minuto uno” de lo que va a ser un proceso muy largo, en el que no es aún momento de cerrar ninguna puerta. Y eso es lo que se va a pretender poner sobre la mesa en la reunión de ‘pacificación’ previa al Comité Federal entre la dirección nacional y los barones: queda mucho por negociar, y no es momento de romper barajas.