Brian K. Vaughan y el dibujante Adrian Alphona pensaban que Marvel les iba a cancelar Runaways en cada número del cómic que escribían. Así que contaron a toda pastilla la historia de siete adolescentes de familias acomodadas que, un buen día, descubren que sus padres son realmente los monstruos que ellos pensaban. Pero no porque no les dejen ir a la fiesta del instituto, sino porque pertenecen a una sociedad secreta y malvada.

La adaptación que Hulu ha estrenado del cómic parte de la misma idea, pero no va tan acelerada como la obra original. Sus dos responsables, Josh Schwartz y Stephanie Savage, tienen gran experiencia en series teen, como The O.C. y Gossip Girl, y la aplican a esta Runaways para dejar que los personajes respiren y que conozcamos bien la vida que llevan todos antes de que todo salte por los aires.

De hecho, Schwartz y Savage dan tanta relevancia a los padres como a los hijos. Entre ellos también hay desconfianzas y se encuentran en una situación que ya no les proporciona los mismos beneficios que antes. Runaways se molesta en construir las relaciones familiares para que, cuando los chicos descubran la verdad, pueda haber cierto conflicto. Y, además, los dos guionistas optan por presentar pequeños misterios que sirvan para impulsar la trama. ¿Qué hubo detrás de las muertes de Amy, la hermana de Nico, y de los padres de Molly? La primera de ellas provoca que los chicos se hayan distanciado, por lo que la temporada es, también, la historia de cómo encuentran la manera de volver a ser amigos.

Eso permite que el retrato de los chicos tenga más matices. Cada uno de ellos tiene su propio proceso de descubrimiento de sus habilidades (y de su propia identidad, como ocurre con Karolina o Molly, por ejemplo) y afronta de diferente manera lo que les está pasando. La atracción que pueden sentir unos por otros o la relación que tienen con sus padres juegan un importante papel en la asunción de lo que sus progenitores hacen realmente en el Orgullo. Y, por otro lado, qué es en realidad esa secta es un aspecto que también se va desvelando poco a poco. Runaways prefiere construir bien su mundo y, sobre todo, anclarlo todo lo posible en la realidad.

Así, cuando Karolina se da cuenta de que puede brillar con luces de colores o conocemos al dinosaurio (dinosauria, en realidad) de los Yorkes, queda muy claro que todo eso no es normal, que están pasando cosas fuera de lo habitual, y es comprensible que a los chicos les resulte difícil asumirlas.

A falta de sólo dos episodios para que termine la primera temporada, Runaways funciona bastante bien como serie juvenil. Los personajes han ido perfilándose con el paso de los episodios y, sobre todo, las tramas alrededor de los padres han resultado ser un gran acierto. Schwartz y Savage han querido presentarlos como personas que, una vez, tomaron una decisión de la que no pueden escapar, y eso hace más interesante el potencial enfrentamiento con sus hijos.

Entre ellos, son Nico, Chase y Karolina los que están funcionando un poco mejor. La primera por la sombra que la muerte de su hermana arroja en su relación con su madre; el segundo porque es el cerebro oculto en el cuerpo del atleta del instituto (y porque su situación familiar es bastante complicada) y la tercera, porque su mundo se desmorona de un modo mucho más evidente, y está más conectada con uno de los enigmas principales de la serie en esa Iglesia de Gibborim.

Runaways no se presenta como una serie de superhéroes. Es un título teen en el que algunos de sus personajes tienen superpoderes, y es en ese aspecto de pseudo culebrón juvenil donde está resultando una serie bastante entretenida y correcta. Los elementos más comiqueros sólo han hecho acto de presencia en contadas ocasiones, así que será interesante ver cómo evoluciona la serie cuando adopten más relevancia.

Las notas de Fuera de Series:

En Fuera de Series puntuamos nuestros análisis en una triple escala de 1 a 5, inspirada en la que usa Little White Lies, en función de lo deseosos que estábamos de ver la serie (“Antes”), lo que nos ha parecido viéndola (“Durante”) y las ganas de ver más y de comentarla con más gente tras hacerlo (“Después”)

Antes: 2,5

No he leído el cómic original de Brian K. Vaughan, aunque sí estoy familiarizada con la obra de su autor, por lo que mi curiosidad a la hora de ver ‘Runaways’ no era demasiado elevada. Hay muchas series de superhéroes en antena, así que no sabía si me apetecía ver otra más.

Durante: 3,5

El componente de serie juvenil es lo que más me ha enganchado. Me interesa saber quién es Jonah en realidad, sí, pero son las relaciones entre todos ellos, y cómo van descubriendo verdades sobre sí mismo, y no sólo sobre sus padres, lo que me ha parecido más destacable.

Después: 3,5

Faltan dos episodios para que termine la temporada, y da la sensación que, para entonces, los chicos sí que se habrán dado a la fuga. Hay potencial para que ‘Runaways’ sea algo todavía más entretenido.

‘Runaways’ está disponible los miércoles en HBO España.