La profusión de los pinchazos de la Operación Enredadera (con un sumario de más de 8.000 folios a los que ha tenido acceso ElPlural.com) y los coqueteos de sus cabecillas con los políticos ha provocado que en las grabaciones policiales aparezcan también nombres del más alto nivel, afectando al que entonces era el Gobierno de España. Muchas veces hablan de cotilleos o aparecen de manera indirecta, pero dos ministros son citados con interés por los detenidos y encarcelados: Íñigo de la Serna y Juan Ignacio Zoido.

El 23 de diciembre de 2016, la Policía Nacional intercepta una llamada entre Roberto Legazpi, delegado en GESPOL de la empresa Valoriza -propiedad del Grupo Sacyr- y José Alberto Bueno, apoderado de GESPOL. Son los mismos protagonistas de la llamada en la que fanfarroneaban de haber entrado en el Ayuntamiento de León por la “puerta trasera” y “sin registrarse” para hablar con el primer teniente de alcalde, Fernando Salguero.

Los responsables de GESPOL, la empresa de radares y gestión de multas que está en el centro de la trama, empiezan a hablar de la Guardia Civil, el mayor cuerpo dedicado a la regulación del tráfico. Legazpi dice “que ha estado con Pablo Ungüiza [en realidad es Ingunza, señalado como el presunto conseguidor de la trama en Galicia], que es un tío que larga mucho, que de Rajoy para abajo debe conocerlos a todos, que todos son primos suyos”.

Entonces, Bueno le pregunta “que con quién trata él con la Guardia Civil”. A lo que Legazpi contesta “que directamente con los tres asesores de Zoido y con el director general [de la Guardia Civil], que le ha pedido una presentación en papel de los globos, que les van a pedir una oferta formal y la posibilidad de ver algún globo”.

A esto, Bueno responde que “para verlo hay que ir a Israel que es más barato”. Y Legazpi añade que “Pablo Ungüiza [Ingunza] los ha vendido en la Guardia Civil como si fuesen Sacyr, porque para pelear con Indra y GMV necesitan ser grandes”.

Feijóo y De la Serna

Otra de las menciones estrella del sumario se la lleva Íñigo de la Serna, el entonces ministro de Fomento de Mariano Rajoy. Es en el mismo informe policial donde aparecen citados el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, y el presidente del PP de A Coruña y exalcalde de la ciudad, Carlos Negreira.

La Policía hace mención a varias grabaciones en las que hablan Roberto Legazpi y Pablo de Ingunza sobre las reuniones a tener “con su gallego”, un tal “Carlos” a quien la Policía identifica como “Carlos Negreira Souto, presidente del Partido Popular de A Coruña, antiguo alcalde de A Coruña, amigo personal del presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo” para poder “enviar los presupuestos al Concello de Vigo, y también a la Xunta”.

Sobre esto, Ingunza dice que tiene una idea pero que “no lo puede contar por teléfono”. Un proyecto relacionado con el plan de la Xunta de Galicia de sacar “una red de conexión de todas las policías locales gallegas” que podría interesar a GESPOL. “La persona que puede intermediar, habida cuenta de sus influencias con el presidente de la Xunta de Galicia, así como supuestamente con el ministro de Fomento del Gobierno de España, es su amigo gallego, es decir, presuntamente, Carlos Negreira Souto, quien puede ser útil en las influencias y presiones en el amaño de tal concurso a favor de la sociedad Aplicaciones Gespol”.

Rajoy el “mindundi” y sus ministro corruptos

Otra conversación interesante es la que mantienen Ángel Luis García, El Patatero, empresario cabecilla de la trama, con un directivo de la CEOE, Octavio Llamas. En esta, el primero le está narrando las conversaciones habituales que solía mantener con el exvicepresidente del Gobierno, Francisco Álvarez-Cascos. Según él, en dichas charlas, Cascos se habría despachado a gusto con sus antiguos compañeros de Gobierno y con los herederos liderados por Mariano Rajoy.

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Cascos le habría dicho a García “que cuando sale Fraga, Aznar y él han hecho toda España entera, y que después [Rodrigo] Rato la cagó, el otro ministro tal, que Rajoy era un ‘mindundi’ que lo metieron y ahora tiene lo que tiene…, que le ha hablado mal de los ministros, que hay un nivel malísimo y una corrupción, y que de la única que le ha hablado muy bien es Esperanza…”.