El dueño de un bar en Lavapiés, Rafael Contreras, presentó una denuncia contra él después de que un grupo de personas de un piquete entraran en su local para forzar su cierre.

Un testigo desmiente la versión del dueño del bar
Contreras ha confirmado a El País lo que ya declaró a la Policía, que el actor encabezaba el piquete y alentaba a los violentos. Su versión contradice la de uno de los clientes que en ese momento se encontraba en el bar, Mohamed El Morabet, vecino del barrio, que asegura que Willy Toledo en ningún momento entró en el bar y que no vio ninguna actitud agresiva por su parte.

Otra vecina del barrio asegura que Toledo no estaba "ni cerca"
La versión de otra de las vecinas del barrio, Inma Garrada, también contradice lo afirmado por el dueño del bar. Ella estaba en su balcón y pudo observar todo lo que pasaba. “A Willy Toledo lo vi, porque como es alto se le ve enseguida, pero no estaba ni cerca del bar. Estoy totalmente segura de que no entró ni animó a nadie a ser violento”, afirmó la mujer.

"Nunca he ejercido la violencia"
El propio Willy Toledo niega que haya actuado violentamente. “Nunca en mi vida, bajo ningún concepto, he ejercido violencia alguna contra nada ni nadie. Tampoco esa noche”, dijo el actor al citado diario.

El actor denuncia un linchamiento mediático
Toledo cree que hay contra él “un linchamiento” de cierta prensa. “Vivimos atrapados en un sistema criminal al que llaman democracia, en el que las personas que luchamos contra él, en busca de una sociedad libre, justa e igualitaria, somos perseguidos como delincuente (…)Luego estamos los que, por las circunstancias que sean, somos conocidos, esos nos comemos también el linchamiento mediático. Los intereses de la prensa, y su manera de proceder, son idénticos a los de los que nos gobiernan, van de la mano”.

Discrepancias sobre los desperfectos causados al local
También existen discrepancias sobre los desperfectos provocados al local. Mohamed, el vecino, declaró que alrededor de ocho personas, de un piquete que integraban 40 o 50, entraron en el local para intimidar al dueño, pintaron un “esquirol” en la fachada, dieron patadas a sillas y a mesas, usaron el extintor de incendios y bajaron las persianas.

Los daños alegados por el hostelero no han podido ser acreditados
Sin embargo, el hostelero dijo en su denuncia que, además, el grupo rompió "sillas, mesas, vajilla y los grifos de cerveza”. Pero esos supuestos daños no pudieron ser acreditados ante el juez ni con fotos ni con testigos porque el dueño asegura que lo arregló todo esa misma noche. El bar estaba en perfecto estado al día siguiente.