Menos de 400 personas habitan en el municipio que este miércoles eligió Vox para realizar un acto de campaña en la provincia de Málaga. Se trata de Trapiche, un núcleo rural agrícola, perteneciente a la localidad de Vélez-Málaga, donde el partido de extrema derecha centró su discurso en que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado hagan un mayor uso de la violencia.

Así lo anunció Javier Ortega, secretario general de la formación ultraconservadora que lidera Santiago Abascal. En su intervención, tras lanzar el falso dato de que en las cárceles andaluzas un único funcionario de prisiones, dotado únicamente de un bolígrafo y un ‘walkie talkie’ ‘tiene que hacer frente  a 140 presos musulmanes, así como lamentar que la Guardia Civil no pueda hacer mayor uso de las armas en localidades como La Línea de la Concepción, pidió dejar atrás “complejos”.

“Queremos que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado puedan hacer uso legítimo de sus armas”, indicó Ortega. Y puestos a suponer, el número dos de Vox afirmó acto seguido: “Si tenemos que decidir entre la vida de un Guardia Civil o un narcoterrorista, el que se va al fondo del mar es el narcoterrorista. Y si tenemos que decidir entre la vida de un funcionario de prisiones o la vida de un preso musulmán, el que se va a la tumba es el preso musulmán”.

Un discurso que fue ovacionado por los asistentes al mitin, mayoritariamente compuesto por trabajadores varones del campo y del sector servicios.