Pese a la evidente falta de datos, Vox ha vuelto a mostrar su racismo al aprovechar una brutal agresión de violencia de género para hacer apología del odio al extranjero.
Tal y como hemos relatado desde ElPlural.com los Mossos d’Esquadra ya han detenido al presunto autor de una agresión con sosa caustica a su expareja y su hija de 5 años el pasado lunes en Sant Feliu de Guíxols (Girona).
El acusado del salvaje ataque, que mantiene a las víctimas ingresadas en el Hospital Vall d'Hebron con graves quemaduras, tiene diversas denuncias cruzadas con el actual marido de la mujer por haberle atropellado un día antes del ataque con ácido corrosivo.
Pese a la falta de datos, a los de Abascal les ha servido una frase de lógica rabia y desesperación que el padre y abuelo de las agredidas pronunciaba poco después de los hechos en el programa de Susanna Griso: “Ojalá se hubiera ahogado en el estrecho”.
Mientras los medios sigan ocultando que el agresor era magrebí (o lo que sea) nosotros lo seguiremos denunciando.
— vox_es 🇪🇸 (@vox_es) July 1, 2020
Las élites y los progres han llevado la inseguridad a los barrios.
Hay que expulsar a los extranjeros ilegales y que delinquen YA. pic.twitter.com/84RUlLaxBm
Obviando la causa machista de la agresión, la indeterminada procedencia del atacante no ha frenado al partido de ultraderecha para extender su mensaje de odio a los magrebíes '(o de donde sean)' por redes sociales.
No conocer el estatus legal del agresor tampoco parece un motivo para desaprovechar la oportunidad para pedir la expulsión de los inmigrantes ilegales “y que delinquen”, solución rápida que también podrían pedir para los propios nacionales que delinquen, algunos de ellos entre sus propias filas. Llama la atención la forma de denunciar un supuesto ocultamiento de los medios de comunicación sobre el origen étnico del agresor sin igualmente conocerlo. Igualmente, aprovechan para culpar de la agresión a los “progres”, olvidándose en esta ocasión de etarras o venezolanos.
Lamentablemente, se trata de un nuevo ejemplo de cómo desde la formación de extrema derecha se culpabiliza al extranjero como chivo expiatorio de otros males patrios como la violencia machista.