“Un rey que no dispara no es un rey ni es nada, y es muy de agradecer que en estos tiempos tan grises y extraviados nuestro monarca dé ejemplo y esperanza”, escribe el -¿ya no?- independentista Sostres.

Reyes que disparen
El columnista de El Mundo quiere “reyes que disparen, aunque a veces resbalen. Y también que sus nietos disparen, aunque se hieran el pie”, porque, a su juicio, “los reyes y sus familiares tienen que cazar y que montar a caballo, dar grandes fiestas, y protagonizar de vez en cuando algún escándalo de faldas”.

Los reyes no son de Ikea y Zara
“Aunque ahora le duela el pie, hay que celebrar que Froilán esté ya iniciándose en el disparar, porque el Rey es él y su familia, y es preciso y deseable que ha desde pequeños sean instruidos en el manejo de las armas. La vida de clientes de Ikea y Zara que en cambio llevan don Felipe y la periodista da para muy pocas alegrías y es imposible admirarla”, escribe Sostres, que considera la caza “una de las mejores metáforas de la distinción y de la virilidad”. ¡Bravo!

Las vidas pequeñas de los otros
Para Sostres, aquellos que se dedican a “mofarse de la Casa Real a propósito de Froilán y ahora de don Juan Carlos” tienen “vidas pequeñas destruidas por la envidia y la bajeza, vidas secuestradas por el facilismo e incapaces de comprender la grandeza”.

El Rey, un símbolo frente al tam-tam tribal
“El Rey fue en África símbolo y representación de la libertad y la democracia abriéndose y camino y disparando contra la naturaleza brutal y desordenada. El eco de sus disparos es música de Bach, culta y refinada, frente al tam-tam tribal y arbitrario. Que pronto se recupere, Señor, le deseo, y que por muchos años siga guiándonos”, concluye el articulista de El Mundo.

El micrófono indiscreto y las chicas de 17 años
No cabría en esta información una mención a todos los exabruptos firmados por Sostres, pero conviene recordar algunos para entender al personaje. A finales de 2010, en la cadena pública Telemadrid fue cazado por el micrófono de una cámara durante una pausa publicitaria  al hablar sobre las chicas de 17, 18, 19 años: “Es ahí donde está la tensión de la carne (...) esas vaginas que aún no huelen a ácido úrico", afirmó.

Los hombres son mejores que las mujeres
En relación con los insultos del alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, sobre los "morritos" de la entonces ministra de Sanidad, Leire Pajín, Sostres hizo gala de su agrio machismo: "Es un mito y una excusa que los hombres nos hayamos impuesto por la fuerza (...) hemos ganado porque hemos sido mejores: más listos y más inteligentes, más generosos, más valientes”.

Contra el castellano
En sus momentos independentistas, ha dejado frases como esta contra el castellano:"Hay un gen español, un gen hispano si se quiere, que habría que dar el Premio Nobel a quien consiguiera aislarlo. Es un gen que lleva esta información: 'Soy nieto de Sancho Panza y no me adapto ni pa' Dios."

Sobre el asesinato de una chica
Lo más fuerte que ha escrito, -que conozcamos- sin embargo, fue sobre un tema especialmente delicado, la violencia de género, cuando pretendió justificar el asesinato de una chica a mano de su novio de 21 años. “Un chico normal de 21 años que está enamorado de su novia embarazada –afirmó- es normal que pierda el corazón y la cabeza, el sentido y el mundo de vista, si un día llega a casa y su chica le dice que le va a dejar y que, además, el bebé que espera no es suyo (…) Ni puedo justificar ni justifico un asesinato” pero “a este chico le están presentando como un monstruo y no lo es”.

El propio director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, pidió disculpas desde su cuenta en Twitter y dejó claro su rechazo al artículo.