Mariano Rajoy Brey persiste en la política del avestruz que tanto ha practicado durante sus mandatos como presidente del Gobierno. Este miércoles, se negó a contestar a una periodista de El País sobre el caso Kitchen, que investiga el juez García Castellón, con este argumento: “Yo no soy un personaje público, ya no”. “No me haga preguntas porque no las voy a oír. Y así no podrá usted decir que no le he respondido”. La sordera del expresidente contrasta con el sonoro escándalo de lo que se va conociendo sobre cómo intentaron borrar las pruebas de la presunta caja B del PP con dinero de todos los españoles.

Intento inútil el de Mariano Rajoy, porque del asunto Kitchen, con la persecución al tesorero Bárcenas, que controlaba la contabilidad paralela en la sede central de la calle Génova, se utilizaron medios materiales y humanos del Ministerio de Interior. En consecuencia, se ha registrado una comisión de investigación en el Congreso de los Diputados mediante una petición conjunta de los independentistas vascos y catalanes, junto a Compromis y Mas País.

El PSOE está trabajando en idéntica dirección sobre esa supuesta utilización de dinero público de manera ilegal para “anular pruebas inculpatorias de ese partido en casos de corrupción durante los mandatos del PP”. A su vez, Unidas Podemos considera pedir la comparecencia de Rajoy, Casado, y la exsecretaria general de esa formación, María Dolores de Cospedal. Por su parte, Ciudadanos va a apoyar la comisión.

Mientras, en otra instrucción de la Audiencia Nacional, la del juez José de la Mata, de la que se ha levantado el secreto sumarial, aparecen nuevos datos que continúan enfangando al Partido Popular y a sus dirigentes. Resumiendo, se trata de averiguar si esas partidas de dinero que se consignaban en los papeles de Bárcenas, eran pagos al partido a cambio de adjudicaciones.

Lo dijo Francisco Correa en el juicio Gürtel que condenó al PP, cuando habló de grandes asignaciones de obras decididas a nivel de gobierno a cambio de donaciones del 2% y el 3% a la formación que han liderado José María Aznar, Mariano Rajoy Brey y, actualmente, Pablo Casado. El juez ha encontrado “una indiciaria relación de causalidad” entre las donaciones y los contactos con los tesoreros del partido y habla de que, en ocasiones, “se producía el resultado en forma de los contratos recibidos, objetivo real del empresario tras la negociación".

El PP se encuentra además con varios frentes abiertos a la vez, porque que en los tribunales hay más causas que le afectan. Ya saben que Casado lucha denodadamente para que, al menos, el Consejo General del Poder Judicial siga como está con la mayoría conservadora de jueces que evite nombramientos adversos, por ejemplo, en el Tribunal Supremo.

Entre tanto Rajoy que, por cierto fue el elegido por Aznar como su sucesor ideal aunque luego lo despreciaría, parece ser el protagonista de esta historia por acción o por omisión. En todo caso, sigue negando la mayor. Se diría que quiere que creamos que todo fue un mal sueño.