El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha llamado este jueves al líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, para proponerle que se pongan en marcha ya los equipos negociadores de ambas partes para trabajar en un acuerdo de legislatura.

"He llamado a Pablo Iglesias para negociar primero el programa y, después, la composición del Gobierno. Debemos hablar de contenidos y conocer el grado de consenso. Lamentablemente, ha rechazado la propuesta. Seguiremos intentándolo", ha explicado el presidente en funciones. 

Llamada anunciada

Una llamada que Sánchez ya había anunciado esta mañana en una entrevista en Los Desayunos de TVE, donde el presidente del Gobierno reconocía que el método de negociación empleado hasta la fecha ha sido infructuoso porque ha mezclado demasiadas cosas. En consecuencia, sugería volver al punto de partida y comenzar a hablar de lo que a su juicio más importa a los ciudadanos: las políticas a desarrollar antes que los ministros encargados de tal o cual cartera.

Sánchez esperaba así desencallar las negociaciones, rotas tras la última reunión celebrada el pasado martes. En este sentido, y para evitar futuros problemas semejantes, Sánchez adelantaba que propondría como primer acuerdo de país la reforma del artículo 99 de la Constitución para impedir que se vuelva a bloquear la investidura.

Los problemas según Sánchez 

En su opinión, en este momento hay dos problemas, uno coyuntural para la investidura y otro, estructural. Este último se debe, en su opinión, a que el artículo 99 de la Constitución "no funciona" y "hay que reformarlo". "Este es el primer acuerdo de país que voy a ofrecer al conjunto de fuerzas parlamentarias", ha anunciado Pedro Sánchez.

El citado artículo, en su punto 3, dice que el Congreso debe otorgar la confianza de la Cámara al candidato propuesto por el Rey por mayoría absoluta de sus miembros en una primera votación. Y si no se alcanza esa mayoría, se someterá la misma propuesta a nueva votación 48 horas después de la anterior. La confianza se entenderá otorgada si el candidato lograse mayoría simple.

Y en su punto cinco precisa que si transcurrido el plazo de dos meses, a partir de la primera votación de investidura, ningún candidato hubiere obtenido la confianza del Congreso, el Rey disolverá ambas Cámaras y convocará nuevas elecciones con el refrendo del Presidente del Congreso.

En opinión del jefe del Ejecutivo en funciones ha puesto el ejemplo de los ayuntamientos, que se constituyeron el pasado 15 de junio. Ha recordado que en estos, cuando se convoca el pleno sale un gobierno porque no hay mayoría absoluta, gobierna la lista más votada.

Para Sánchez, no tiene sentido que no suceda lo mismo en el caso de la investidura del presidente del Gobierno. No obstante, ha explicado que no está diciendo que tenga que ser esa la fórmula para la gobernabilidad en España, pero considera "evidente" que es necesario contar con un mecanismo que permita la investidura y que "impida coaliciones negativas que puedan abocar a la repetición sistemática electoral".

Cataluña, el principal escollo

Sánchez ha insistido en la imposibilidad de acordar un Gobierno de coalición con Podemos ante la previsible reticencia de los 'morados' a apoyar la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña si fuera necesario.

En cambio, Sánchez se ha mostrado abierto a estudiar la incorporación de miembros de las confluencias de Podemos en el Gobierno siempre y cuando se trate de independientes de reconocido prestigio en su ámbito de actuación.

Y es que, se ha preguntado si Podemos estaría dispuesto a formar parte de un Gobierno que tuviera que aplicar de nuevo el artículo 155 en Cataluña o que cree que no hay "presos políticos" en España, sino políticos presos. Estas "discrepancias de fondo" entre los dos partidos paralizarían un Gobierno de coalición, ha incidido.

No obstante, Sánchez ha dejado claro que el partido al que considera "socio preferente" y con el que quiere pactar es Unidas Podemos.