El AVE Valencia-Madrid llegó a tiempo y con él, la senadora más esperada en la capital: Rita Barberá. Desde que juró el cargo, el pasado 13 de enero, solo había pisado su despacho en una ocasión. Con la de hoy, es la tercera vez que Barberá acude a cubrir su puesto de trabajo como senadora del PP por Valencia.

La verdad, todo hay que decirlo, es que este martes Barberá ha hecho más apariciones públicas de las que nos tiene acostumbrados desde que saltara el caso ‘Taula’. Por la mañana, ha comparecido ante la prensa para dejar claro, una vez más, que no va a dimitir y que nadie en el Partido Popular se lo ha pedido. “Todo lo contrario”, ha añadido.

Su tarde ha comenzado comiendo en el Senado. Vestida de rojo seda de pies a cabeza, ha compartido mesa con otros senadores valencianos como Agustín Almodóbar o Marta Torrado. Poco después, y bajo la atenta mirada de la prensa, ha sido Iñaki Oyarzábal, el secretario de Justicia, Derechos y Libertades del PP, el que ha decidido sentarse junto a ella mientras esta terminaba de comer. Todo con total normalidad.

De hecho, ha apurado hasta el último momento para entrar en la sala del pleno del Senado. Tras unos minutos de confusión, pues parece que ha intentado esquivar a la prensa subiendo por la escalera donde no se la esperaba, ha empezado la avalancha.

Entre una nube de cámaras y micrófonos, la senadora se ha negado a hacer declaraciones, pues ya ha hablado suficiente esta mañana. Aun así, entre agobios y sin casi poder avanzar, ha pedido respeto. “Respeto. Respeto por favor. Soy una profesional”, ha dicho. Ante la pregunta de cómo se siente, solo ha contestado con dos apreciaciones: “Fenomenal y muy querida”. Sobre todo, por el presidente en funciones y líder del PP, Mariano Rajoy, que cualquier explicación que Rita dé, le parece suficiente. 

Si no fuera porque el juez le ha ofrecido declarar voluntariamente y así dar explicaciones sobre la supuesta financiación ilegal del PP de Valencia, que una persona acuda a su puesto de trabajo no debería ser destacable. Pero es que Barberá lleva dos meses cobrando su sueldo: 2.813,91euros al mes por asignación constitucional, y otros 1.822,38 euros por ser de fuera de Madrid.