El PSOE vuelve a ganar las elecciones con peores resultados que los obtenidos el pasado 28A. Pedro Sánchez ha cosechado un 28% de los votos, que ha cristalizado en 120 escaños, tres menos que las anteriores generales. El Partido Popular ha recuperado fuelle. Los de Pablo Casado han pasado de los 66 escaños en abril a 88. Vox se ha erigido como tercera fuerza política con un 15,09% de los votos y 52 escaños; mientras Albert Rivera se ha despeñado a la sexta posición con 10 diputados, por detrás de ERC. Pablo Iglesias ha resistido el arreón de Íñigo Errejón y, con 35 escaños, se mantiene como cuarta fuerza. Por su parte, Más País se ha quedado en tres diputados.

El partido de Carles Puigdemont, JxCat, ha cosechado ocho escaños. El PNV ha sumado siete, uno más que en abril. En la misma tónica se ha movido EH Bildu, que ha cosechado cinco, dos más que la CUP, que entra por primera vez en el Congreso con dos escaños. El BNG ha conseguido un diputado, los mismos que el PRC y Teruel Existe.

Vox da la campanada y Ciudadanos paga la cuenta

La extrema derecha se ha colado en el parlamento español como tercera fuerza política. El trastazo de proporciones bíblicas que se ha pegado Rivera ha relanzado a Abascal. Los naranjas han desaparecido en hasta 11 comunidades autónomas y ha obtenido menos escaños que ERC, cuando éstos se presentan en tan solo cuatro circunscripciones.

Los naranjas han dejado de existir en Aragón, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, Baleares, Galicia, La Rioja, Asturias y Murcia.

El presidente de Ciudadanos no ha dimitido a pesar del desplome de proporciones bíblicas de los naranjas, sino que ha optado por convocar un Congreso extraordinario para poner su cargo a disposición de los militantes.

“Sé distinguir entre un buen resultado y un mal resultado”, ha afirmado un Rivera que, tras felicitar al PSOE, ha admitido que “los españoles han pedido más Vox y menos centro político”.

“Yo no quiero hacer lo que he visto hacer a todos los partidos políticos”, ha avanzado, para entonces, soltar la bomba: “No estoy hecho de esa pasta. Le quiero decir la verdad a los españoles. Lo que hoy hemos tenido es un mal resultado sin paliativos y sin excusas. Así que, ante estos malos resultados, creo que como líder político los líderes asumen no solo los éxitos sino también los malos resultados. Y es por eso que creo obligatorio mañana convocar una Ejecutiva Nacional urgente y extraordinaria. Quiero proponer un Congreso extraordinario para que los militantes de Ciudadanos decidan y tomen las riendas".

Iglesias resiste el arreón de Errejón

Unidas Podemos ha resistido casi estoicamente la irrupción de Íñigo Errejón en el tablero político nacional. La candidatura liderada por Pablo Iglesias ha cosechado 35 diputados, siete menos que el pasado 28 de abril.

Cuando el examigo de Iglesias anunció el lanzamiento de Más País, se esperaba una notable caída de los morados propiciada por la acometida de Errejón. Sin embargo, gracias al desplome de CiudadanosPodemos ha conseguido mantener la cuarta plaza.

Los de Pablo Iglesias han mantenido sillones en plazas en disputa. Las encuestas apuntaban a que Pablo Echenique podría perder el único escaño obtenido por Aragón, pero la profecía no se ha cumplido.

Podemos también ha conseguido defender sus dos escaños obtenidos en Galicia, concretamente, en A Coruña y Pontevedra, donde Antón Gómez-Reino y Yolanda Díaz mantienen sus sillones. Lo mismo ocurre con Alberto Garzón en Málaga. Se esperaba que Más País castigara su candidatura, pero repetirá.

Y es que, la candidatura liderada por Íñigo Errejón ha obtenido tres diputados en toda España, un resultado hasta cinco veces menos de lo que pronosticaba esta misma semana Errejón, que esperaba una quincena de diputados en las 18 circunscripciones en las que concurría.

La formación, integrada por antiguos dirigentes de Podemos junto a Equo, Compromís y Chunta Aragonesista obtendría dos diputados en la provincia de Madrid, la plaza fuerte de la candidatura, y otro en Valencia, donde Compromís ya obtuvo un diputado en las generales de abril.

Iglesias ha tendido la mano de nuevo al PSOE, aunque le ha reprochado que estas elecciones tan solo han servido para que España tenga una de las extremas derechas “más fuertes de Europa”: "Se duerme peor con 50 escaños de la extrema derecha que con ministero de Podemos", ha aseverado.

El líder morado ha considerado que “si en abril se dio la oportunidad histórica de conformar un Gobierno de coalición”, ahora existe la "necesidad histórica" para “frenar a la extrema derecha".

Con respecto a Errejón, Iglesias ha tenido a bien lanzarle un dardo envenenado: “Le conozco. Sé que esta es la noche más difícil en la vida Íñigo Errejón, mi abrazo solidario".

"¡Con Iglesias sí!"

Sánchez ha sido víctima de los gritos de sus propios votantes. Los congregados en Ferraz le han interrumpido en varias ocasiones: “Con Rivera, no. Con Iglesias, sí”.

El líder socialista ha ironizado: “¿Me dejáis terminar?”. Sin embargo, no ha realizado ningún guiño a su potencial socio, ya que se ha limitado a decir que su intención es “formar un Gobierno estable”, por lo que ha hecho un llamamiento a todos los partidos, salvo aquellos que se autoexcluyen de la convivencia y siembran el discurso del odio y de la antidemocracia", haciendo alusión a Vox. 

La coyuntura no dista demasiado del escenario dibujado el 28A en lo que respecta a la formación de Gobierno. En caso de que Sánchez tratara de buscar el apoyo de Iglesias, necesitaría también de los partidos nacionalistas e independentistas.

Con Más País, ERC, PNV y el PRC -único partido que apoyó a Sánchez en su investidura fallida- como parte de la ecuación, Sánchez sumaría una mayoría parlamentaria suficiente para lograr ser investido presidente.

En caso de mirar hacia su derecha, también llegaría a esa ansiada cifra de los 176 votos si optara por una gran coalición con el Partido Popular.