Las reglas han sido fijadas por un acuerdo de 1996, año de la llegada al poder de José María Aznar. Anteriormente los vocales tenían un sistema de dietas que fue eliminado por abusos de poder Fuentes del Consejo General del Poder Judicial han confirmado a El País que ahora basta la palabra de un vocal sobre que han estado en un sitio en misión oficial para que pueda cargar sus gastos al Consejo. Eso sí que es poner la virtud a prueba. El presupuesto del órgano de los jueces fue de 74.087.730 euros en 2011.

El clavo ardiendo para Dívar
Dívar esgrimió el acuerdo de 1996 para escurrirse y no explicar sus gastos por la veintena de viajes a Marbella. Sin embargo,  ha considerado que la normativa está  “desfasada” y ha asegurado que será modificada en julio próximo, aunque puntualizó que afectará a los vocales, ya que en su caso sus almuerzos seguirán siendo reservados y solo informará de ellos al presidente en funciones del Supremo y al vicepresidente del Consejo, el magistrado Fernando de Rosa. Al presidente del Consejo le valió ese acuerdo para que la Fiscalía del Estado archivase la denuncia que le puso el vocal José Manuel Gómez Benítez por malversación de caudales públicos.

El apoyo de 15 vocales
El presunto abuso de poder de Dívar ha levantado ampollas en diferentes sectores de la sociedad y también entre los propios jueces. Pero el presidente del Consejo y del Tribunal Supremo se mantiene a pesar de todo por el apoyo de una mayoría de 15 vocales. Solamente cinco, encabezados por Margarita Robles, han pedido su dimisión. El Consejo actual se constituyó hace cuatro años tras un acuerdo entre el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y Mariano Rajoy, que dio a cada uno de los dos partidos nueve de los 20 vocales.