En la rutinaria rueda de prensa de Podemos tras la celebración del Consejo de Coordinación, Pablo Echenique ha anunciado que la Ejecutiva ha decidido no tomar “ningún tipo de acción”. El secretario de Organización ha subrayado que “no tomaremos ninguna medida”, pero ha matizado que “todo el mundo ha visto lo ocurrido” y que cada uno puede “valorar y sacar sus conclusiones”. Con respecto a si es la propia Bescansa la que debería de dejar su escaño, Echenique ha dicho que “esa pregunta habría que hacérsela a ella”.

A su juicio, lo importante es que se “haya aportado una solución”, destacando la candidatura unitaria urdida por el secretario General Pablo Iglesias, quien forzó a Íñigo Errejón y a Ramón Espinar a firmar la paz. El futuro candidato liderará una lista que incluye a 15 de sus afines. Espinar será el número tres y ha colocado a 11. La número dos será Tania Sánchez. Lorena Ruiz-Huerta, portavoz en la Asamblea de Madrid, se planteó concurrir a las primarias, pero cree que el formato no es más que un reparto de sillones por lo que ha rechazado tanto presentarse como entrar en la lista de Errejón. Echenique ha defendido que la decisión de Ruiz-Huerta y su facción, Anticapitalistas, es “legítima” y hay que respetarla a pesar de que no la comparten ni él, ni Iglesias, ni Errejón.

En los últimos días dirigentes de Podemos han admitido a nivel interno que esperan que sea la propia Bescansa la que diera un paso atrás después de que difundiera erróneamente a través de su canal de Telegram un documento que incluía una propuesta para Íñigo Errejón: la diputada sería su número dos para Madrid 2019 a cambio de que el exportavoz la apoyara en unas primarias generales para destronar a Pablo Iglesias. Rápidamente corrieron caudalosos ríos de tinta. Bescansa alegó que era “un borrador que yo no había revisado” y Errejón lo calificó de “delirante e indignante”.