La Gaceta volvió ayer a aplaudir las actuaciones de Coro Cillán, al informar que tomará declaración el próximo viernes, desoyendo la negativa de la Fiscalía, a “cinco implicados” en la investigación del 11-M: dos guardias civiles, un expolicía, actualmente en prisión, que ha denunciado supuestas maniobras políticas los días anteriores al atentado, y dos expertos en explosivos de la compañía Maxam Europe, S.A.

La Fiscalía rechazó que Cillán reabra el 11-M
La Fiscalía de la Audiencia Provincial de Madrid rechazó hace unos días el intento de Cillán de tomar declaraciones a cargos relacionados con la investigación del 11-M, por considerar que “se trata de una cuestión que ya ha sido resuelta” por el Tribunal Supremo”.

La Gaceta
acusó a la Fiscalía de perseguir a la juez

En diciembre pasado, La Gaceta afirmó que la inspección ordenada por el Consejo del Poder Judicial en relación con la discoteca Moma, y que ha dado lugar al expediente disciplinario referido anteriormente estaba motivada por la persecución de la Fiscalía de la juez por su intento de reabrir el 11-M. Lo cierto es que en el origen de la inspección está la denuncia de la secretaria del Juzgado del que es titular la magistrada, Sacramento Fernández Vivancos, por omitirle datos del caso de la discoteca.

“Trato de favor” a íntimos
La inspección ha concluido que la actuación de la juez en la instrucción sobre la discoteca Moma entraña serias irregularidades, entre ellas, adoptar decisiones judiciales que implicarían un “trato de favor” de la juez hacia amigos suyos (uno de ellos, "íntimo"), según ha podido saber El País.

La inspección del Poder Judicial ha aportado testimonios sobre almuerzos y reuniones extraprocesales de la juez con una de las partes del proceso para gestar supuestamente el precinto y cambio de administradores del local en favor de sus amistades.

Un posible delito de prevaricación
Coro Cillán habría dado un trato de favor a sus amigos al otorgarles la gestión y administración de tres locales de ocio de Madrid con la intención de forzar posteriormente su venta por 900.000 euros. La Fiscalía de Madrid investiga además, a petición del Consejo, si lo acontecido con esta discoteca en el juzgado de Cillán, el 43 de Madrid, constituye prevaricación.

Obstaculizó la labor de su secretaria
Los inspectores aseguran que está “constatado” que la juez “ha obstaculizado la labor” de la secretaria de su juzgado, “mostrando un celo excesivo en el control, trámite y custodia” de las diligencias que abrió en relación con la discoteca Moma 56, y agrega que anteriormente otra secretaria se había quejado igualmente ante sus superiores de que Cillán escondía algunas causas para que ella no pudiera tener acceso.

Una larga lista de irregularidades y sanciones
La carrera de Coro Cillán ha estado marcada por expedientes disciplinarios y sanciones, como ya contó ELPLURAL.COM. En 1999 fue sancionada por retrasos injustificados y dos años después volvió a cometer esta misma falta. Cuando era ponente, ocultaba a sus compañeros de tribunal borradores de sentencia o no incluía en ellas los argumentos acordados durante la deliberación de asuntos judiciales.

Suspendida durante dos años
En una ocasión, Coro Cillán fue considerada “autora de una falta muy grave de desatención de sus funciones”, que provocó que el instructor y el fiscal solicitaron su separación definitiva de la judicatura por lo que se le aplicó la suspensión de funciones durante dos años.