El falso cura que asaltó la casa de los Bárcenas sigue siendo noticia. Hace escasos días se conocía la incapacidad del sujeto para poder tirar de la manta. Enrique Olivares sufrió un ictus hace escasos meses que le afectó al habla y sus declaraciones se antojan inconexas, lo que imposibilita que aporte una versión sobre quién le encargó el trabajo de 'extracción' de documentos sensibles en poder del ex tesorero del PP.

Estos archivos afectaban a altos cargos de la fuerza conservadora tales como Mariano Rajoy, María Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría y Javier Arenas. La misión principal de Olivares era la recuperación del pendrive que custodiaba Luis Bárcenas en su domicilio. Interior pagó, presuntamente, a este delincuente 10.000 euros con fondos reservados para llevar a cabo esta operación extrajudicial.

El diario El Mundo se ha puesto en contacto con la madre de Enrique Olivares, Adoración García. "No ha confesado a la policía la verdad de lo que pasó ni lo va a hacer" explica a los periodistas. Sin embargo sí asegura que su hijo le reconoció al principio "que no estaba sólo" y que "le pagaron para entrar en esa casa". "Había más gente detrás de lo que hizo", infiere.

Falso cura a sueldo

La madre del mercenario contratado por Interior, de 94 años, recuerda que su hijo de marchó a México y lamenta que estuvo años "sin saber nada de él". Adoración va un sábado al mes a la cárcel de Cuenca a visitar a su hijo. Describe que Olivares "ahora está muy mal" y asegura que "está enfermo de la cabeza y de una mano", por lo que "no puede abrirla y casi no puede hablar".

Tras su vuelta de México, Enrique Olivares no volvió a trabajar. Así lo cuenta su madre, que explica que se fue a vivir con ella y apenas "salía de casa". Adoración reconoce que le ha contado "a medias" lo que hizo y asegura que "lo que pasó en Madrid fue entre dos o más". "Alguien le contrato", relata.

El recuerdo de Iglesias

En declaraciones al diario El Mundo, Rosalía Iglesias también recuerda el secuestro y asegura que se enfrentó al falso cura "porque perdí el sentido del peligro". "Me di cuenta enseguida de que el falso cura era una persona mandada por alguien", recuerda y tenía la certeza de que "no era un ataque a título individual".

La mujer e Luis Bárcenas explica que "no estaba loco ni perturbado", sino que sabía lo que estaba haciendo y, sobre todo, "lo que quería obtener". "Lo tenía todo preparado, era un profesional y alguien le contrató", concluye.