El presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, aún no ha deshojado la margarita de si continúa en Galicia o regresa a Madrid. Foto: Archivo/ EFE



Es una de esas entrevistas que le gustan. Con preguntas para las que lleva tiempo preparando las repuestas, no en vano le hacen casi las mismas desde hace tiempo, en concreto desde que los sondeos electorales un año antes de las generales vaticinaban el batacazo ratificado el 20 de diciembre. Es uno de los aspirantes a suceder al todavía líder.

Se las plantea la periodista Lucía Méndez al presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo en una entrevista que hoy publica el diario 'El Mundo'.

Sobre la mesa, entre otros, los controvertidos asuntos de la sucesión en el PP y las negociaciones de las que se ha desmarcado el máximo responsable de su partido, Mariano Rajoy, al renunciar a su investidura.

La reflexión de Feijóo
El que se supone que será candidato 'popular' a la reelección en su tierra que este año celebra elecciones autonómicas, no esconde las respuestas aunque sí oculta sus intenciones bajo afirmaciones vagas y muy preparadas. La primera, por ejemplo, tiene que ver con su propia decisión. Núñez Feijóo se da un margen de "un mes o mes y medio" para hacer una "reflexión conmigo mismo" y anunciar si será o no candidato de su formación en las elecciones de octubre próximo. La elección del plazo no es al azar porque ¿En más o menos cuánto tiempo debería resolverse la negociación para un pacto de Gobierno?

Doble juego
En todo momento da la impresión de que el líder de los 'populares' gallegos, el que peores resultados acumula en aquella región en las últimas citas con las urnas, hace el doble juego. Por una parte, "soy leal" y si Rajoy vuelve a presentarse "le apoyaré", contesta a una de las preguntas; por otra, lo dicho hace unos días, coincidiendo en el aviso para navegantes con su homóloga en Madrid, Cristina Cifuentes. Eso sí, en la entrevista de 'El Mundo' asegura que "tenemos la convicción de que Rajoy es un tío honrado, al que le ha interesado más su país que su futuro político". Es decir, una de cal, otra de arena, una de cal, otra de arena... y así hasta que tome 'su' decisión.

Golpes a diestra y siniestra
Es consciente el presidente de la Xunta que tiene prácticamente imposible repetir, si se presenta, la única mayoría absoluta que existe en España, de ahí sus vaivenes de futuro, entre los que hay que mencionar los golpes sin cuartel que lanza al resto de formaciones.

De este modo, durante la entrevista, reparte para todos los lados. Desde Sánchez de quien dice que "es el peor líder que ha tenido el PSOE, con una bisoñez y unos síntomas de adolescente muy preocupantes"; a los de Pablo Iglesias, al asegurar que "no quiero que mi país se convierta en un círculo de Podemos"; sin olvidar Ciudadanos, un partido del que afirma que "sus dirigentes en las autonomías no pueden hablar si no habla Rivera. Eso no es un partido, es un club en el que el presidente lo único que quiere son abonados. La estructura democrática de Ciudadanos está inédita".

Corrupción, sí pero no
Una de las cuestiones que se echan en falta en la entrevista es la referencia a la corrupción que parece que acecha a su partido en Galicia en pleno año electoral.

Sí las hay sobre Valencia, por donde Núñez Feijóo pasa de puntillas para alabar la labor de su formación como Gobierno en las medidas adoptadas para luchar contra esta lacra pública. Aprovecha la coyuntura para aludir, incluso, a la época de Felipe González.

Se olvidó, sin embargo, el presidente de la Xunta, al margen de otros asuntos que acechan a su partido a nivel nacional, de temas más próximos a él como la Operación Zeta, su amistad con Pachi Lucas, sus fotos con el narcotraficante Marcial Dorado o los imputados que en estos momentos mantiene en puestos de responsabilidad de su formación (Rafael Louzán -presidente del PP en Pontevedra y doblemente imputado- o Baltar -máximo responsable en Ourense).

A estos nombre no se refiere porque, al fin y al cabo, ahora mismo "estamos más preocupados por el España que por el PP". Fin de la cita.