"Frente a un tren que viaja rápido y confortablemente en avión, la izquierda siempre lo ha hecho caminando tras un arado. En avión se llega rápido, pero su rastro en el cielo es perecedero y no cambia nada. El arado tarda y cansa, pero su surco remueve la tierra para cambiarlo todo". Este era el fragmento escogido para ambientar un evento que reunía a Gabriel Rufián y Juan Carlos Monedero en la librería Blanquerna con motivo de la presentación del libro Ser de izquierdas es ser el último de la fila (y saberlo), escrito por el líder político de ERC.

En ambiente distendido, conversando entre ellos y con ganas de entrar en materia, ambos han posado frente a la prensa allí agolpada antes de dar comienzo a un cruce dialéctico más propio de un debate que de una presentación editorial en algunos momentos. Tras agradecerse mutuamente la oportunidad y demás rituales de protocolo, ha dado comienzo una charla sobre historia, puntos de unión y de desunión, reproches mutuos (al menos lanzados al aire) y mucha actualidad.

“El libro es un tuit largo de Rufián”, comenzaba en tono sarcástico y punzante Juan Carlos Monedero frente a la risa del autor y los más de 150 asistentes al acto que han abarrotado un espacio que se ha quedado pequeño (las cámaras de televisión han ayudado a ello). Posteriormente, para seguir indagando en aquellos fragmentos más calientes, el fundador de Podemos ha defendido a España frente al mensaje único que tratan de colar en el ideario común los líderes soberanistas: “Escuchando al independentismo y leyendo estas páginas parece que todos los madrileños somos guardias civiles que gritan “a por ellos”. España no es una dictadura ni sus ciudadanos un conjunto de folclóricas que acaban en Supervivientes”.

Rufián ha admitido que el tono empleado en ocasiones es muy bronco, y que el lema de “España nos roba” es falso: “A mí, como a ustedes, me roba Bárcenas, Rato, Pujol y Millet”. Un claro mensaje para amansar las aguas e incidir en su idea de que los poderes fácticos, comandados por un Partido Popular feroz, han logrado colar en el ideario común que los independentistas han cometido un golpe de estado: “¿Por qué los curritos odian a Iglesias, Montero o Monedero? ¿Por qué odian a Junqueras, Romeva o Forcadell? ¿Cómo es posible que los chavales de Alsasua lleven tres años en la cárcel por romperle el tobillo a un guardia civil? ¿Alguien se explica por qué mientras nueve demócratas están en la cárcel sin ver a sus hijos hay cinco violadores que son recibidos entre vítores en la Feria de Abril? Yo, particularmente, no me lo explico”, se preguntaba, visiblemente contrariado y enérgico en el discurso el dirigente soberanista.

Ambos, entre compadreos y algún que otro achaque mutuo, han incidido en los problemas de la izquierda: “Si no te duelen las cosas, no eres de izquierdas”, matizaba Monedero, a la par que Rufián cogía el guante y afirmaba que “la derecha usa el miedo mientras que a la izquierda le queda el dolor”. El dirigente de ERC ha afirmado que las fuerzas progresistas deben conseguir filtrar ese dolor, hacer llegar a la ciudadanía las dolencias que sufren a diario y educarlos en la conciencia de clase: “La lucha de clases está más presente que nunca. El 15M es finito; la lucha de clases es eterna. Mi abuelo, mucho menos leído que nosotros, sabía quiénes eran los suyos. Ahora nos llevamos las manos a la cabeza, pero acabamos votando a Rivera”.

Mientras el otrora miembro de Podemos sacaba pecho por la podemización de España, símbolo de una nueva visión de la política por parte de la sociedad, Rufián reivindicaba el junquerismo, basado en ensanchar las bases: “Cuando escucho a Iglesias quejarse de Villarejo, yo lo entiendo. Nosotros hemos sido perseguidos, difamados, calumniados y encarcelados”, contestaba el dirigente al profesor. “Yo no soy nacionalista ni independentista, soy de izquierdas y republicano, condición inherente al derecho de autodeterminación de los pueblos”, remataba.

Sobre las “malversaciones” vertidas por los medios, el político ha contestado que hay falta de comparación: “A nosotros nos critican por pactar con la derecha mientras aplauden que Valls, un dirigente que deportó a 10.000 gitanos bajo el aplauso del Frente Nacional en Francia, ceda sus concejales a Ada Colau para frenar a Maragall”. “Pasa lo mismo cuando nos dicen que si Pujol era un ladrón. Si hacemos retrospectiva, Pujol pactó con González y Aznar y fue nombrado español del año por el diario ABC. Podríamos decir que es más español que la bandera”, ha alegado Rufián en tono jocoso e interpelando las apreciaciones de Monedero, antes de sentenciar afirmando que “Pujol y Ciudadanos son lo peor que le ha pasado a Cataluña”.

Por último, Vox ha sido otro de los debates que se han colado, como era de esperar, en la charla: “En Andalucía comían tierra, literalmente, hace 80 años. Ahora ha entrado un partido abiertamente fascista en la Junta”, ha dicho el diputado. “No os dais cuenta de que si ahora somos nosotros los repudiados, luego seréis vosotros: feministas, intelectuales, progresistas y todo aquel que ponga en duda las ideas del Régimen del 78”.