En rueda de prensa en La Moncloa tras la primera reunión de esta comisión, Jáuregui ha explicado que había hablado en varias ocasiones con el presidente de la Conferencia, Antonio María Rouco Varela, sobre esta comisión, en la que se había incluido al arzobispo emérito de Pamplona y Tudela, Fernando Sebastián. Pero a última hora del viernes, la Conferencia Episcopal trasladó al Gobierno que "prefería que no hubiera una representación directa suya", por lo que han quedado excluidos.

Para que deje de ser "un monumento" al "nacionalcatolicismo"
Jaúregui, acompañado de los dos presidentes de la nueva entidad, Virgilio Zapatero y Pedro González-Trevijano, ha explicado que el objetivo es que el Valle de los Caídos deje de ser "un lugar de memoria de parte, un monumento a la guerra" y al "nacionalcatolicismo", para convertirlo en un lugar de "memoria reconciliada", como mandató la ley de la memoria histórica. Esta norma estableció que se mantendrá el culto en la basílica, al igual que el cementerio, pero la Comisión no tendrá más líneas rojas y en cinco meses deberá tener listo un informe con sus recomendaciones.

Dignificar a los enterrados
El ministro se ha mostrado convencido de que la profesionalidad y la pluralidad ideológica de los miembros de la comisión hará que ese informe pueda ser aceptado por cualquier gobierno. Según ha explicado, la comisión deberá establecer una simbología que dignifique a las más de 33.800 personas que están allí enterradas mediante "un memorial en las criptas o en el espacio central" y analizará las peticiones de exhumación que realicen los familiares.

Pruebas de ADN de identificación
Se harán pruebas de ADN cuando sea posible la localización y la identificación de los restos, pero ha recordado que el informe forense dijo que en la gran mayoría de los casos sería "extremadamente complejo". Los expertos también tendrán que estudiar el caso de los cuerpos de Francisco Franco y de José Antonio Primo de Rivera porque deben analizar qué hacer con la simbología que pueda exaltar la guerra civil y la represión franquista, ha añadido.

No se ha planteado retirar la cruz
El objetivo es que el Valle de los Caídos se convierta en "un lugar de memoria vivo", con exposiciones y actividades educativas "sin pretensión vengativa o de confrontación", y que sea también un centro de investigación sobre las consecuencias de las guerras civiles. La comisión deberá resolver cuál será el órgano gestor del Valle -ahora es Patrimonio Nacional- y reformular la relación con la comunidad benedictina para que quede garantizado el uso religioso del templo. No se ha planteado, según ha apuntado Jáuregui, retirar la gran cruz que preside el monumento.

Los vocales de la comisión
Tanto Zapatero como González-Trevijano han elogiado la composición de la comisión y se han mostrado convencidos de que trabajarán con profesionalidad, sin opiniones preconcebidas. Los vocales son los miembros del Consejo de Estado Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón y Amelia Valcárcel Bernardo de Quirós, los catedráticos Carme Molinero, Alicia Alted, Carmen Sanz y Ricard Vinyes, además del profesor Manuel Reyes y el antropólogo social Francisco Ferrándiz, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. También forma parte del comité Hilari Raguer i Suñer, historiador y monje de la Comunidad Benedictina de Montserrat.