Después de que el Ejecutivo socialista haya convocado elecciones, la Comisión de Justicia se queda a medias con la reforma del Código Civil de la Ley Hipotecaria y la Ley de Enjuiciamiento Civil sobre el régimen jurídico de los animales, con la que se pretendía que las mascotas fueran sujetos de derecho ante la Justicia y no pudieran ser embargados o se les incluyera en los acuerdos de custodia.

"La actual regulación de los bienes del Código Civil dota a los animales del estatuto jurídico de cosas, en concreto con la condición de bienes muebles. Resulta paradójico que el Código Penal ya distinguiera en 2003, entre los daños a los animales domésticos y a las cosas, reforma sobre la que se profundizó en 2015, mientras que el Código Civil sigue ignorando que los animales son seres vivos dotados de sensibilidad". Así empezaba la proposición de ley, reforma que tendrá que esperar y que, al igual que otras muchas, ha quedado en el tintero ante la decisión del Gobierno.

Entre otras cosas, con el cambio se pretendía que la custodia de los animales se determinara a parte del resto de inmuebles. Se trataba de dotar de sensibilidad a los animales. Que dejaran de ser considerados objetos. Así, más allá de quién sea el propietario, la custodia quedaría en virtud del bienestar del animal: habitabilidad, horas de cuidados, vinculación afectiva...